MADRID 90 - EFES 85 (2-0)

Triunfo épico del Madrid en su partido más loco en años

Remontó 17 puntos, luego volvió a verse 8 abajo y ganó el duelo en los últimos 120 segundos. Llull fue el mejor, Reyes anotó un triple clave y Sergio, 11 tantos al final.

0

Euroleague

Hay partidos guión y partidos indescifrables, que no los entiende ni la madre que los parió. Partidos como este, que cuando lluevan los años, incluso alguna década, será recordado por cada uno de los aficionados que estuvieron en el Barclaycard Center. Cuentan que alguna uña se quedó clavada en los asientos. Imposible imaginar más tensión y más incertidumbre. Ni por el autor más fantasioso. Un partido que sobrecogió a la grada, que superó cualquier explicación cabal. Pura pasión hasta cruzar la línea de meta. Un desenfreno al límite con premio, que deja al Madrid a un triunfo de su tercera Final Four consecutiva tras anotar 45 puntos en los últimos 13 minutos. A un paso de su cita más especial, la que se jugará en casa.

Durante la primera parte ya hubo subidas y bajadas de locura, pero luego supimos que apenas eran un entrante de las que se nos venían encima. Con 17 abajo a falta de 13:30 (45-62), la reacción blanca solo podía enarbolarse como una cuestión de fe. Nada terrenal la sostenía. Sin embargo, ocurrió. Los jugadores del Madrid encontraron esperanza donde no la había, se agarraron a un clavo ardiendo y no lo soltaron. Ese clavo fue una zona press con Rudy en punta, Llull y Carroll en segunda línea y Reyes y Nocioni en tercera. ¡Remontaron 17 puntos con un parcial de 23-5 en cinco minutos exactos!

¿Game Over? No, aún quedaba lo mejor. Thomas Heurtel recuperó el control y en la fase lineal del partido, en lo que llamaríamos duelo al uso, el Anadolu Efes fue superior de cabo a rabo. Volvió a demarrar: 70-78 y 75-82. Apenas 120 segundos para lo bocina. “Ahora sí”, pensaban en Estambul. “Esto no se escapa”. Y se les escapó.

La zona blanca empezaba a hacer agua, pero Laso no la quitó. Perperoglou tuvo tres triples sin defensor para el jaque mate. Tres fallos. Y Sergio Rodríguez, que no había metido un punto, firmó once en los dos minutos y pico finales (8 desde la línea de personal). Había pedido a gritos que le sustituyeran, pero su entrenador le dio confianza y acabó ganándole el partido. Se lo ganó el Chacho y se lo ganó la grada. Y se lo ganó Rudy y Felipe Reyes con un triple clave que ponía el 83-82 a 43 segundos. Sí, un triple de un pívot que nunca para de progresar. Ni con 35 años. Antes, Nocioni fue un jabato, con mate en la cara de Saric incluido. Aunque el mejor de todos era Llull: 18 puntos y 12 asistencias. Ayón también tuvo su peso al principio, pero ya hacía tanto... Porque cada minuto parecia un duelo en sí mismo.

Hubo cosas en común entre el primer partido y el segundo. En ambos el Madrid tomó el mando y lo perdió, en ambos encajó un parcial demoledor en el segundo cuarto. El miércoles fue de 0-15 y este viernes de un 0-14 que se estiró hasta un 5-26: 27-37. Un parcial que arrancó justo un segundo después de que finalizara una de las mil jugadas estrella del partido: taponazo de Ayón y mate galáctico de Llull al contragolpe (22-11).

El Real amagaba entonces con el KO y lo que hizo es crac. Se desangró en un mar de rebotes perdidos: 14 bajo su aro al descanso (luego solo cedió dos). Surgía un Efes imperial, con la pareja Heurtel-Krstic haciendo de Prigioni-Scola, de Stockton-Malone si me lo permiten.

Una sinfonía de baloncesto: 15 asistencias del base francés y 23 puntos del pívot serbio. Heurtel parecía un base top-5 de la NBA y en medio de esa orgía del pase, los de Ivkovic alcanzaron los 17 tantos de ventaja. El resto es historia grande del Madrid de baloncesto, de la Euroliga y del Palacio. Un triunfo que vale un pedacito de Final Four.