Igual disfraz, peor once y mejor bloque

Tengo un amigo quelleva 20 años contando el mismo rollo a las chicas: “Yo es que no soy muy guapo, es que no gusto, bla bla bla”. El tipo tiene planta y éxito, pero por alguna razón el papel de perrillo apaleado le funciona. Obviamente, y aunque los resultados no respaldan su victimismo, no ha cambiado una coma de su discurso en dos décadas. ¿Para qué? Simeone es de su escuela. Cuando el cuerpo le pide a los atléticos sacar algo de pecho tras la barbaridad del curso pasado, el Cholo se presenta en la Supercopa con la misma letanía: la diferencia económica, el objetivo es la Champions, el equipo del pueblo... Y aunque molesta a casi todos, a los más ricos y a los más pobres, no miente. Bueno, un poco: el Madrid se ha gastado 105 millones en James y Kroos, no 95.

Y al señalar la gran inversión del Atleti, miremos las dos caras: ha gastado 95, sí, pero ha ingresado 85 en ventas y 50 por premios de Champions, lo que le ha permitido fichar y pagar su plazo con Hacienda (esa sonrojante deuda de la que sus dirigentes hablan como si hubiera surgido de la nada y no por su gestión). A diferencia de veranos anteriores, ha sustituido con dignidad a los que se fueron. A día de hoy, el Atleti presenta un once algo peor (Courtois y Filipe se notan), pero una plantilla mejor; buscando esa profundidad que tanto añoró en Lisboa sin Arda ni Costa. No se dejen engañar por Simeone: no piensa en ser tercero. Y si Madrid y Barça se confían, volverán a despertar un día de mayo en cama ajena sin saber qué hacen allí, mientras el Cholo sonríe y se ajusta la corbata ante el espejo.