El Athletic, el Madrid y Xabi Alonso

El nuevo San Mamés vivió ayer su primera noche solemne. El partido ante el Nápoles se esperaba con una mezcla de entusiasmo y aprensión. Como una final difícil ante un equipo duro. De hecho, el primer tiempo casi sobró. Demasiadas cautelas. Cuando nada más arrancar el segundo tiempo Hamsik marcó para el Nápoles y rompió el partido, el Athletic despertó de su somnolencia. Y también San Mamés. El partido se desató y el Athletic, con Aduriz de mascarón de proa, marcó tres goles en un santiamén. Al final, saludos a los cuatro puntos cardinales y felicidad común. El Athletic y San Mamés.

Así que hoy el viejo y querido club bilbaíno, caso único en el fútbol mundial, como dijo acertadamente L’Equipe hace ya bastantes años, estará en el bombo junto a otros 31 equipos grandes. Lo mejor de Europa. Estará presente en ese acto, mitad sorteo, mitad fiesta, que prepara la UEFA para hoy. Habrá un homenaje para el Madrid, por sus diez Copas de Europa. Un prodigio que nos remite a los cinco primeras, tan seguidas, que hicieron del Madrid, del fútbol y de la propia Copa de Europa algo extra. Gento, que estuvo en esas cinco, de la mano de Di Stéfano, y hasta en la sexta, ya sin él, acudirá al acto.

Pero como el diablo, cuando duerme, mata moscas con el rabo, el madridismo supo ayer que Xabi Alonso prepara las maletas para irse al Bayern. Al mismo tiempo anunció su renuncia a la Selección. Bien hecho, porque eso contribuye a abrir el camino a la renovación necesaria del equipo. Lo del Bayern también se entiende. Entre Khedira, que estaba, Illaramendi, que llegó después, y Kroos, que acaba de aparecer, ve su posición de jefe del cruce de caminos batida por todos los flancos. Curioso este trasvase, que parece seguro, entre Kroos y Xabi Alonso. Las cosas de las cosas, como dijo un día Morante.