Piqué avisó en el stage del verano

Lo dijo en las instalaciones de Saint George’s Park el pasado verano y muchos se lo tomaron a broma. “Pelearé para volver a ser uno de los mejores centrales del mundo”. Tras varios toques de atención por parte del entrenador, de aquella imagen en la grada del Parque de los Príncipes antes de comenzar en el banquillo el choque ante el PSG, con los auriculares perfectamente colocados y con la mirada perdida; de una lamentable enganchada con la Guardia Urbana que le costó la reprimenda del propio presidente Bartomeu... Después de todo eso (y alguna más) en apenas medio año, el central está de vuelta. Y lo ha hecho, como Messi, a un nivel estelar. Las decisiones vuelven a ser justo las que necesita el equipo y con él cerca, el resto de zagueros parecen aún mejores.

De Luis Enrique se dijeron muchas cosas, pero sería injusto no atribuirle parte del mérito de la recuperación del central (y también del resto del equipo). La plantilla tiene la sensación de estar lista para todo y poder acabar levantando títulos a final de curso, “cuando se dan las notas”, como repite siempre el entrenador. Entre todos han puesto calma al entorno del club, que necesita, en etapa preelectoral, a un equipo que genere y que gane trofeos.