Otra copa para el Madrid, esta resuelta en los penaltis. Una característica de estos nuevos ‘carranzas’ es que el empate no existe, se prolonga en tanda de penaltis en las que se opta a un segundo punto. Tras el 0-0 con el Milán, el Madrid ganó en los penaltis, así que suma 5 puntos por 4 del Milán y 0 del Inter. No se contabilizaba la mejor victoria del Madrid sobre el Inter (3-0) que la del Milán (1-0). Así que otra copa para Benítez y aunque estos son sólo trofeos de verano, ganarlos contribuye al bienestar general, al estado de optimismo y al sosiego del aficionado. Ya sólo falta renovar a Sergio Ramos.

Claro, que Benítez aún tendrá cosas por resolver. Bale juega donde escoge, pero hasta ahora no ha hecho lo bastante para justificarlo. Esa posición les viene como anillo al dedo a Isco y a James, dos estrellas. Bale es jugador espléndido, pero para correr en grandes espacios. Va a ser difícil que justifique el capricho. Y, yendo más allá, la BBC en sí puede volver a ser un problema para Benítez, como lo fue para Ancelotti, hasta devorarle. Les coloque como les coloque, hay un cierto déficit y siempre va a quedar fuera alguno que merezca, y mucho, jugar. Menos mal que con Benítez abundan las rotaciones.

Ante el Milán, el primer tiempo fue flojo. El equipo mejoró mucho cuando entraron Isco y Jesé, imaginativos y entusiastas. Sólo entonces puso el Madrid en apuros la meta de Diego López. Hubo una buena larga fase, en la que también se produjo alguna llegada del Milán que dio ocasión para  ver a un buen Casilla, firme y rápido. Luego sería, a la postre, el artífice del triunfo, al ganar en los lanzamientos 21 y 22  su duelo con el adolescente Donnarumma. Casilla entra con buen pie. Mientras, De Gea parece confundido. Jugó muy mal ante el PSG. Ya lo dice Van Gaal: su caso está siendo malo para todos.