Tres puntos de sutura

Convalecencia. La cornada del Barça tuvo cuatro trayectorias y no podíamos pedirle al equipo que ocho días después jugase como los ángeles. Pero, al menos, la tropa de Benítez ha reaccionado conjugando el verbo más inteligente y decisivo en el fútbol: ganar. En Lviv y en Eibar solventó dos partidos-trampa, de esos que en ocasiones han provocado catarsis tremebundas. Recuerdo, a bote pronto, un 2-1 en Lérida que le costó el puesto a Benito Floro (1994), o una derrota más lejana en Salamanca que supuso la destitución de Miljanic (1977), o la de Mallorca que se llevó por delante a Florentino Pérez (2006). Los blancos superaron la presión de un Eibar corajudo y ejemplar, que juega sin recordar que apenas tiene 32 millones de euros de presupuesto y menos de 5.000 socios. Los de Mendilibar cumplieron con el guión previsto (intensidad, presión y búsqueda de los balones divididos), pero los vigentes campeones del Mundo (eso no nos lo quitará nadie hasta el mes que viene) no perdieron la cara al toro eibarrés y solventaron el dolor de muelas con sentido de la practicidad. No enamoraron, pero en tiempos del cólera lo importante es ganar. Lo de conquistar ya es otra historia que hoy no toca...

James y la BBC. Benítez se olvidó de sus peligrosos devaneos con la BBC en el Clásico y ya lleva dos partidos seguidos apostando por cuatro centrocampistas, dejando a Benzema en el banquillo. Para mí es la mejor propuesta para recuperar el duende en el juego. Lo que no termina de entenderse es que insista en hacer públicas sus diferencias con James. Ayer fue titular, pero de nuevo decidió que el primer relevo fuera el colombiano. Cuando un profesor coge manía a un alumno no hay manera. Además, aquí no puede llegar la madre a quejarse del trato discriminatorio hacia su chaval. Sólo le daré un dato a Benítez: en la portada del álbum de cromos oficial de la LFP para esta temporada, al lado de Messi está... un tal James.

Pepe, capitán. Su espíritu es el del Madrid de toda la vida. Asumiendo que la defensa del equipo parece un parte actualizado de la Cruz Roja (¡ayer le tocó a Carvajal!), se puso el brazalete de capitán y blindó el área de Keylor hasta lograr que el costarricense tuviese uno de los partidos más plácidos del curso. Bien, Pepe, bien.

Bale ‘opens the score’. El galés abrió la lata peinando de cabeza una golosina del mágico Modric. Murray regaló horas antes la Ensaladera de la Davis a Gran Bretaña y Gareth se unió a la fiesta marcando su primer gol lejos del Bernabéu... ¡desde el 24 de enero en Córdoba! Lleva 42 goles en 102 partidos de blanco. Puede y debe mejorarlo.

El milagro de Ipurua. Álex Aranzábal está dejando en evidencia a la palabra ‘utopía’ con su magnífica gestión en este pueblecito guipuzcoano de 27.512 habitantes. Hace meses estaban en Segunda y ahora hasta presumen de japonés mediático (Takashi Inui estuvo muy activo). Este Eibar me recuerda al de la temporada 2004-05, en el que convivieron David Silva, Gorka Iraizoz, Joseba Llorente y Moisés Hurtado. Casi nada.

Sobre los récords. Hasta el rabo todo es toro. Seamos más positivos. De hecho, ahora que los Warriors presumen de su récord de 18 triunfos consecutivos en la NBA habrá que explicarles que el Madrid de Ancelotti llegó a los 22. El Madrid sigue siendo mucho Madrid. Me lo recuerdan los vikingos del gran grupo Mägo de Oz, heavy del bueno.