Bola de partido y Goran comete doble falta. Se pone a llorar de alegría y pena, por las tres finales perdidas, por los últimos trenes. Otra pelota de partido y otra doble falta. El tercer match-ball lo salva Rafter con un globo.

En la cuarta bola de partido de la cuarta final de Wimbledon, Ivanisevic estalló de gloria y se convirtió en el primer jugador que gana un Grand Slam tras haber recibido una invitación, en el segundo desde Becker que logra el título sin ser cabeza de serie. El jugador 125 del mundo tocó el cielo. Y yo, que iba con Rafter, me hice croata de toda la vida.