El suizo Roger Federer, que las pasada semana se dio de baja del torneo de Estocolmo y, a última hora, confirmó su presencia en el Masters Series "Madrid 2008", reconoció acusar la intensidad del año y no descartó echar el cierre al curso en cualquier momento, matizando que "aún hay retos emocionantes y oportunidades de sumar puntos".

"Todo es posible (dejar ya la temporada) pero hay torneos emocionantes que quedan por jugar y oportunidades para sumar puntos. No hay nada que me quiera perder. He tenido un buen curso, con el triunfo en el Abierto de Estados Unidos pero me gusta jugar y competir y eso es lo que me mueve", dijo el suizo, segundo favorito.

Federer rechazó participar en el Abierto de Estocolmo, en el que estaba inscrito la semana pasada. "La temporada ha sido larga estaba muy cansado y necesitaba descanso. No sabía qué cantidad de descanso. Pero lo suficiente para entrenar y ver las sensaciones que tenía. Ver si me sentía bien para disputar e intentar ganar el partido. Después de Madrid iré semana a semana y este torneo, de momento, es esta semana", dijo.

"A lo largo de los años una vez cada temporada, a veces, tienes compromisos con los patrocinadores. No pude hacer el torneo de Estocolmo. Me siento mal porque habían promocionado el torneo conmigo y no me gusta fallar. Es de lo peor que le puede pasar a un jugador. Comprometerse en disputarlo y luego retirarte. Pero son cosas que pasan y no se qué puede pasar un año antes. Firmé ese torneo con un año de antelación. Espero volver a Suecia próximamente", justificó el número dos del circuito que, sin embargo, pretende disputar el de Basilea, su ciudad natal.

"Basilea es mi hogar. Allí empecé como recogepelotas y aprendí a jugar. Me gustaría ir pero voy a ir semana a semana. No quiero comprometerme. Decir que voy a estar seguro y luego no poder. Pero mi intención es estar", insistió Federer.

El suizo, que ha perdido esta temporada el número uno del mundo en favor del español Rafael Nadal, rechazó que el cansancio y la falta de continuidad en el curso se deba a la mononucleosis, enfermedad que padeció al inicio del año.

"He viajado mucho y una temporada es dura para el cuerpo y la mente. He cogido el ritmo y he podido entrenar estos días. Y no había podido hacerlo desde febrero. Estuve también en la Copa Davis para que Suiza permaneciera en el Grupo Mundial. Pero no tengo ya secuelas de la enfermedad", explicó Federer.

El suizo, asimismo, alabó el año del español Rafael Nadal y su "justa" condición de número uno del mundo: "Nadal ya era número uno en el Abierto de Estados Unidos. Creo que es una buena sensación para él, serlo aquí, en Madrid. Él es campeón olímpico y creo que ha tenido una temporada increíble y se lo merece".

"Ahora él lo merece. En esta etapa de su carrera lo está haciendo muy bien. Yo intentaré volver a serlo", advirtió el helvético, que confía en que el próximo curso sea más propicio a sus intereses.

"El año que viene el calendario es más asequible porque no hay Juegos Olímpicos y hay dos semanas más de descanso. Para mí será más fácil que este año aunque aún no he decidido qué hacer", dijo.

El próximo año advierte un cambio en la conducción de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP). El presidente de la ATP, el surafricano Etienne de Villiers, no continuará en el cargo.

"No ha sido tan malo. Las cosas se podían haber hecho de mejor manera, pero los jugadores estamos presentes y se ven bien. Sólo queremos lo mejor para el tenis. Buscamos nuevo presidente y veremos que candidatos hay", indicó Federer, que iniciará su periplo en el torneo madrileño ante el checo Radek Stepanek y, posteriormente, podría medirse al francés Jo Wilfried Tsonga, finalista en el Abierto de Australia.

"Estaría bien jugar contra Tsonga. Pero no es el primer partido que voy a disputar en Madrid. Ahora me quiero centrar en el primero, ante Stepanek. He visto las pelotas, la pista y veremos cómo juego el miércoles por la noche. Primero quiero empezar ganando y ver qué pasa", concluyó Federer.