Nadal no está fino y volvió a demostrarlo ante Davydenko, mucho más agresivo y consciente de las dificultades del manacorí. El ruso aprovechó la debilidad de su rival para lograr la primera victoria en este torneo y la ausencia de confianza de un Nadal que vive momentos difíciles.
El número dos mundial no pudo ni siquiera forzar el tercer set después de un cardíaco ''tie-break'' en el segundo. El balear perdió en la primera manga por un contundente 6-1 y no dispuso de una sola bola de rotura que pusiera en jaque a su oponente. Davydenko, muy cómodo sobre la azulada pista londinense, pasó por encima sin problemas.
El jugador nacido en la antigua URSS destrozó a Nadal con su servicio y le rompió el saque hasta en dos ocasiones, ambas sin apenas impedimentos. El 6-1 final pareció sentenciar al español, que ya ni puede abusar de su garra, aquella que le había llevado a las cotas más altas del circuito. Pero en el segundo, Nadal firmó una importante mejoría para llevar el choque a la muerte súbita. A pesar de comenzar 3-0 en el marcador, Nadal consiguió colocarse por delante con las dos roturas e hizo temblar el pulso del ruso, que erró en este segundo parcial todo lo que no había errado en el primero.
Sin embargo, las fuerzas volvieron a fallar al insular en los momentos delicados y en el ''tie-break'', con polémica incluida por el ojo de halcón -Nadal reclamó con certeza una bola que se tuvo que volver a repetir-, Davydenko levantó un 3-1 y certificó su primer triunfo en la cita londinense con un golpe de maestro.
Ahora, Nadal deberá vencer a Djokovic -hoy cayó ante Soderling- y esperar un favor del sueco, que se mide a Davydenko. De ser así, el español podría colarse en semifinales, en lo que es una situación pareja a la que vive su compatriota Fernando Verdasco en el Grupo A.