Nadal ante Djokovic: la revancha de Nueva York

Tenis | Copa Masters

Nadal ante Djokovic: la revancha de Nueva York

Nadal ante Djokovic: la revancha de Nueva York

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Mientras Ferrer seguía sin poder estrenarse en la Copa Masters (doble 7-5 de Soderling), Rafa Nadal velaba armas para lo que puede ser una batalla apasionante. La reedición de la última final del US Open, frente al motivadísimo Djokovic (21:00, Teledeporte).

Tras despedir a Carlos Moyá el domingo y arruinar a Andy Roddick, el lunes, Rafael Nadal recibió ayer martes los dos trofeos de la ATP que sellan su temporada 2010: el acristalado Premio Stefan Edberg por conducta deportiva, votado por los jugadores, y una especie de jarrón o ánfora con simples palabras en una placa: "Número Uno del Mundo de la ATP 2010". Ese jarrón vale mucho.

Desde la pista turquesa del O2 Arena, Nadal agradeció los honores al público, a su equipo y a los espectadores. "Esta ha sido una temporada fantástica, quizá la mejor de mi carrera", dijo Rafa. Añadió que esperaba ver a todos en su próximo partido. O sea, hoy: contra Novak Djokovic, la revancha de la final del US Open, a partir de las 21:00 horas (Teledeporte).

Nadal despidió a Moyá como si el teniente Mike S. Blueberry despidiera a su viejo amigo Jimmy McClure; y demolió a Roddick como el mismo Blueberry al General Cabellera Amarilla. Pero lo de hoy con Djokovic es como seguir la pista de los navajos. Problema para el emboscado Djokovic: Nadal puede ser, a un tiempo, el mejor Teniente de Caballería y el mejor apache dentro de una banda de apaches. En la pista, y en ajuste permanente, Nadal clasifica las señales de humo.

"Los que ven a Rafa como un simple liftador o corredor no conocen sus matices: toca bien en la red, corta muy bien la bola y su servicio progresa. Compararle con el Nadal que ganaba Roland Garros en 2005 y 06 es comparar noche y día. Va al negocio al 100%. Estudia este juego y conoce su historia", analizó Roddick: justo tras capitular ante todo este arsenal. Cara a cara, Nadal domina a Djokovic por 15-7. En las grandes ocasiones (Nueva York, Pekín, Roland Garros, Wimbledon...) siempre ganó Rafa. El chamán navajo Djokovic debera codificar bien sus señales de humo: antes o después, el Teniente Nadal las detectará.