A 390 días de los Juegos Olímpicos de Londres, los partes de la BBC no anticipan lluvia en SW19, distrito londinense del All England Club. No es exactamente lluvia lo que viene en SW19: es la tormenta perfecta en la final de Wimbledon. Hay una tormenta de final a las 15:00 horas en la Centre Court: Rafael Nadal Parera, campeón 2010, cinco finales en sus cinco últimas participaciones, se topa con Novak Djokovic, número uno mundial desde mañana y el hombre que ha derrotado a Nadal en cuatro finales consecutivas: pero nunca en un torneo de Grand Slam.

En pistas de hierba, Nadal domina a Djokovic: 2-0. Aunque Nadal tampoco había caído en una final ante Djokovic cuando arrancó el año y ya ha perdido cuatro. Nadal saca, volea y pega mejor en hierba: desde que perdió la final de 2007 con Federer, Rafa va 20-0 en Wimbledon.

Pero a Djokovic no se le gana con cifras. Y la reunión del vendaval serbio con el mar de Manacor electrificará una tempestad de tenis en la Catedral del tenis mundial, el escenario del doble combate de Bjorn Borg y John McEnroe en 1980 y 81.

Once coronas.

Djokovic conoce que una derrota en esta final reduciría su número uno a cenizas matemáticas: en tal caso, Nadal doblaría los títulos de Roland Garros y Wimbledon, sumaría 11 coronas de Grand Slam, y habría batido directamente a Djokovic en dos de las cuatro últimas finales grandes. En la hierba de Wimbledon reina Nadal como reinó Borg hasta que vino el pistolero McEnroe, Mac El Zurdo. En 1980, Borg domó a Mac en un duelo imborrable. En 1981, el pistolero zurdo rindió al Vikingo de Oro. Hoy, la derecha de Nadal no tiene mucha pinta de rendirse: no en su reino del All England.