Tras sufrir más de lo previsto frente a una rival accesible a priori, la rusa María Sharapova, primera favorita este año en la hierba de Wimbledon, admitió que su choque de segunda ronda fue hoy "difícil hasta el extremo".
"Han pasado muchas cosas en este partido, ella salió encendida, empezó muy bien y tuvo muchas oportunidades para ganar el primer set", describió la rusa, que logró imponerse a la búlgara Tsvetana Pironkova por 7-6(3), 6-7(3) y 6-0, en dos horas y 25 minutos, tras ver ayer a última hora pospuesto el duelo por falta de luz.
Sharapova reconoció que, tras reiniciarse el partido esta mañana en la pista uno del All England Club, el juego "no fue según el plan previsto".
"Empecé sirviendo lento, aunque luego, en el tercer set, todo cambió", describió la rusa, que se anotó la última manga en blanco ante una rival rendida.
"Si ella jugara sobre hierba los 365 días del año, probablemente sería la quinta del mundo", afirmó la rusa sobre su rival de hoy, que se mantiene en el puesto número 38 de la WTA.
La primera cabeza de serie en Wimbledon, finalista el año pasado ante la checa Petra Kvitova, señaló que hoy cometió "muchos errores" y que no se sintió cómoda sobre la pista en algunos tramos del partido.
"¿Qué cambió en el tercer set? Nada en concreto. Jugamos con las mismas bolas, las mismas raquetas. Sencillamente empecé a hacerlo mejor", explicó la rusa.
