Las elecciones a la presidencia de la Real Federación Española de Tenis son inminentes y pueden convocarse de un momento a otro: quizá en la semana entrante. En un ambiente lleno de conversaciones internas, el actual presidente, el sevillano José Luis Escañuela, mantiene planes para presentarse a la reelección.

Escañuela maneja un buen número de apoyos territoriales, pero entre ellos no se encuentran dos tan importantes como pueden ser los presidentes Miguel Díaz (Madrileña) y Joan Navarro (Catalana). Sin el apoyo de Díaz y Navarro, Escañuela no tiene garantizada la reelección. Ese apoyo, a estas alturas, parece descartado.

Y aquí entra en escena la Valenciana, que preside Fernando García Armengol. La postura de la Valenciana puede decantar las elecciones pero los valencianos ya han hecho saber que su candidato ideal a la presidencia es nada menos que Antonio Martínez Cascales, el hombre que dirigió la carrera de Ferrero. Los valencianos han negociado con Madrid y Barcelona para que Cascales pueda presentarse como alternativa, pero hasta ahora no hay un compromiso entre ellos. "La desunión y el vacío competitivo tras las actuales figuras son hoy los dos mayores problemas del tenis español", asegura Cascales.