Las quejas de los tenistas por lo extenso del calendario se materializaron en dos semanas extra de descanso en 2012. Seis semanas para restañar heridas y preparar la próxima temporada. "No hay que decir demasiado sobre la dureza del calendario, sólo hay que ver las lesiones. Es obvio que necesitamos un cambio", se escuchó a Novak Djokovic en enero. "Este calendario nos acorta la carrera", recuerda Rafa Nadal... Pero a la vez que el periodo hábil oficial mengua, y menguará más como ya lo ha hecho el femenino, las exhibiciones, paradójicamente, se multiplican. La petición de los organizadores de torneos de prohibirlas en pretemporada no prosperó.

Roger Federer, el Rey Midas, aprovechará para visitar por primera vez Sudamérica, donde nunca se dejó ver por la gira de tierra. Tres partidos en Sao Paulo de la mano de Gillette, uno en Bogotá contra Tsonga y un doble duelo en Tigre (Argentina) frente a Juan Martín del Potro en una pista construida para 20.000 espectadores y con todo vendido dejarán en sus bolsillos unos 7,6 millones de euros, según estimaciones de la agencia DPA.

Unos 800.000 euros se habría embolsado Djokovic por jugar y hacer sus gracias en Río con el ídolo local Guga Kuerten. El japonés Nishikori rondaría esa cifra en su país. Los tenistas del cinco al diez tienen un caché sobre los 115.000 euros, según algunas fuentes. Volver a realizar viajes oceánicos no importa. Y menos si el anfitrión es el multimillonario Richard Branson en su isla privada de Necker, donde estará Djokovic este fin de semana.