Al vencer a Milos Raonic (que se quejó de un pie y tendrá que hacerse pruebas de cara a la Copa Davis contra España) por 6-4, 7-6 y 6-2, Roger Federer firmó un cruce en cuartos de final con Jo-Wilfried Tsonga. Pero, más allá de esa cita, Federer se destaca aún más como líder absoluto de triunfos en el Abierto australiano (total de 67 contra nueve derrotas) y avanza.

Sin ceder un set en el torneo, como el jugador que puede quedar más cerca del récord absoluto de títulos que mantiene Roy Emerson, que alzó seis, entre 1961 y 67: cinco consecutivos. En ese ciclo triunfal, Emerson sólo falló en 1962. En aquellos días de Emerson, el evento australiano de Grand Slam se jugaba en pistas de hierba. Federer tiene cuatro títulos en Australia, más que ningún otro jugador de los que siguen en el torneo.

"Desde Emerson, los tiempos han cambiado. Las condiciones del juego se han ralentizado. Se puede ser más consistente en los cuatro grandes torneos del Slam. Creo que estas condiciones y mis nuevos planteamientos hacia el juego me facilitan llegar más lejos en torneos como este". Guiado por Paul Annacone, Federer insiste en cómo 'analizar' las claves de cada partido y los puntos débiles del rival. Si Roger apea a Tsonga, jugará semifinales con el vencedor del Murray-Chardy.