Nicolás Almagro sirvió tres veces para sellar la primera victoria de su carrera sobre David Ferrer, tras doce derrotas… pero fue Ferrer el que acabó prevaleciendo como una roca, en su triunfo oficial número 500, para plantarse por segunda vez en las semifinales del Abierto de Australia. En un pulso titánico, Ferrer tiró de todo su arsenal para convertir en combate de atrición y demolición el partido que arrancó como un ‘show’ de reveses paralelos a cargo de Almagro. Después de tres horas y 44 minutos, Ferrer se impuso por 4-6, 4-6, 7-5, 7-6 y 6-2. “Fue un combate, fue una pelea y estuve nervioso porque Almagro jugó con enorme poder”, dijo Ferrer a Jim Courier sobre la misma pista del Rod Laver Arena.

Así, y en la mañana española del viernes, Ferrer se enfrentará por un puesto en la final de Melbourne al ganador del último turno de cuartos de final, Djokovic-Berdych, que comienza a las 09:45 horas de hoy martes en España. Almagro finalizó el encuentro (y su participación en Australia) con señales evidentes de dolor en el muslo izquierdo, lo que envía sombras sobre su participación en el Canadá-España de Copa Davis, del 1 al 3 de febrero en Vancouver.

“La grandeza de un hombre no se mide por los triunfos obtenidos, sino por los fracasos superados”, había escrito Almagro en su Twitter. Desde el pasado 18 de noviembre, y bajo la guía de los técnicos Samuel López y Antonio Martínez Cascales, Almagro había recibido un reamunicionamiento táctico y moral para superar el fracaso del punto decisivo de la final de Davis en Praga, ante Radek Stepanek. Y a 22 grados en la mañanita australiana del Rod Laver Arena, con reveses paralelos como latigazos y servicios a 214, 216 y 221 km/h, Almagro dominó sin contestación posible los sets primero y segundo, que cerró con un perfecto 2/2 en puntos de ‘break’. El servicio y el revés de Almagro, que había tomado el centro de la pista, negaron las primeras oportunidades de ‘break’ de Ferrer, a partir del segundo set. Los dos españoles se habían fotografiado juntos en el vestuario antes de salir al Laver Arena, donde aparecieron vestidos exactamente con idéntica equipación y colores: amarillo y blanco.

Tras la exhibición de las dos primeras mangas, Almagro quebró el servicio de Ferrer en el séptimo juego de la tercera y consolidó el ‘break’ para adelantarse con 5-3. Pero Nico ya no ganaría un juego más hasta el cuarto set: sirvió para ganar el partido con 5-4 y justo ahí, al sexto punto de rotura, Ferrer consiguió el primer ‘break’ y firmó el 5-5. Almagro acusó el golpe y Ferrer escapó del pozo con 7-5 en el tercer set. Cuando David se adelantó con 1-0 en la cuarta manga, el parcial subió a 5-0…

Pero en esa cuarta manga, y a partir de 3-2 para David, Almagro comenzó a leer perfectamente el servicio de Ferrer: ambos se conocem perfectamente. Desde ese 3-2 y hasta la muerte súbita, Ferrer ya no ganaría ninguno de sus servicios… ni tampoco Almagro, que volvió a servir para ganar el partido con 5-4 y 6-5. En esos momentos decisivos, los restos de Ferrer (que enfureció y golpeó su banco con 6-5 abajo) presionaron lo suficiente a Almagro para que no pasara del ‘deuce’ en ninguno de esos juegos vitales. Almagro nunca llegó a servir con ‘match point’. Ferrer hizo que se jugaran 21 puntos de ‘break’ sobre servicios de Nico… de los que el ‘Ferru’ ganó ocho. Hubo 15 'aces' para Almagro... al que Ferrer mejoró con un total de 16 saques directos.

Entre penas, fatigas, restos, planteamiento de combate a muerte y mentalidad de acero ante los latigazos de Almagro, Ferrer alcanzó el ‘tiebreak’, donde empezó mandando por 3-1. Almagro (que bajó al final hasta el 47% de primeros servicios) llegó a igualar esta 'muerte súbita' en 3-3… y ahí sufrió un pinchazo en el muslo izquierdo, del que ya había sido atendido por el ‘trainer’. Con estabilidad y concentración, Ferrer abrochó ese ‘tie break’ en 7-4, para 7-6 en el cuarto set ...y ahí volcó el partido definitivamente: en la quinta manga, Almagro, objeto de atenciones médicas en el muslo, estaba tieso y escasamente podía moverse. Ferrer logró el ‘break’ en el quinto juego y navegó sin más apuros hacia el 6-2 y la semifinal ante Djokovic o Berdych: se trata de la victoria número 13 de Ferrer sobre Almagro en 13 duelos y la número 500 en la carrera profesional de David. Contra Ferrer, Almagro ganó dos espectaculares batallas en los dos primeros sets… pero perdió la guerra.

En dobles, Marcel Granollers y Marc López (quinto y tercer jugador del mundo, respectivamente) ganaron por 6-3 y 6-1 a Paire-Bellucci y jugarán la semifinal ante los holandeses Haase y Sijsling, que batieron por 6-4 y 7-6 al dúo español Verdasco-Marrero.

"Hay veces que no vale sólo con luchar"

"Siempre me exijo, hoy quería ganar. Ahora me voy a descansar y viajaré
a Roma para intentar estar lo más arriba posible. Hay veces que no vale
sólo con luchar e intentarlo, los demás también juegan y nunca es fácil",
indicó en la rueda de prensa posterior a su despedida en el cuarto Masters
1.000 de la temporada.