Rafa Nadal regresó a la Clínica USP La Esperanza, en Vitoria, para una sesión de control y tratamiento en las rodillas a cargo del especialista Mikel Sánchez. Acompañado por su padre, Sebastiá, y por el especialista Ángel Ruiz Cotorro, Nadal llegó a la clínica vitoriana poco antes del mediodía. Hacia las 13:00 horas aún estaba en la sección de quirófanos. Mikel Sánchez y Cotorro revisan al milímetro la evolución de las rodillas de Nadal: especialmente, la izquierda. Esa rodilla izquierda generó la última larga inactividad de Nadal, quien, después de conquistar el Masters 1.000 de Indian Wells, ya descansa hasta la temporada europea de tierra batida (donde defiende 4.590 puntos ATP) por consejo de los médicos. “La rodilla está bien, mucho mejor”, dijo Rafa en la puerta de La Esperanza.

Entre el primer tramo de la temporada, que finaliza ahora con el Masters 1.000 de Miami (al que Nadal ha renunciado) y el comienzo de la serie en tierra batida, Nadal recibe usualmente una sesión de inyecciones de factores de crecimiento con plasma enriquecido (la técnica de Mikel Sánchez y Eduardo Anitua), que fortalecen sus dañados tendones rotulianos. Nadal padece una tendinopatía crónica. Entre junio y julio, entre cada ciclo competitivo, se programan otras dos tandas de inyecciones. En toda la gira latinoamericana y el torneo de Indian Wells, en un total de 18 partidos (17-1), Rafa lució su ya clásico vendaje de compresión en la rodilla izquierda, que coloca su fisioterapeuta, Rafa Maymó, de acuerdo a las instrucciones de Sánchez y Cotorro. Rafa reaparecerá en el Masters 1.000 de Montecarlo, donde es campeón desde 2005, a partir del 15 de abril.