En medio de la preocupación por el relevo en el tenis español, tres chavales de 16 años dieron el domingo un gran toque de atención. El valenciano Pedro Martínez Portero, el mallorquín Jaume Antoni Munar y el barcelonés Álvaro López San Martín, al mando de Carles Vicens, ganaron por quinta vez (1991, 1998, 2002 y 2004) para España la Copa Davis júnior. Suena de maravilla, porque en el palmarés ya aparecían Rafa Nadal, David Ferrer, Tommy Robredo o Albert Costa.
"Viene bien para serenar el debate sobre si hay relevo después de Nadal. Es cierto que habrá un pequeño corte tras ellos, pero luego el panorama es bueno, la cantera sigue funcionando y salen buenos jugadores", valora Mico Margets, que fue eterno capitán de Copa Federación y ahora dirige a los tres en el CAR de San Cugat.
LOS EQUIPOS CAMPEONES
2012 Pedro Martínez, Jaume A. Munar y Álvaro López
2004 Pere Riba, Javier Garrapiz y Roberto Bautista
2002 Rafa Nadal, Tomeu Salvá y Marcel Granollers
1998 Tommy Robredo, Marc López y David Ferrer
1991 Albert Costa, Gonzalo Corrales y Roberto Carretero
Martínez, Portero y López ganaron a Argentina, India, la favorita Rusia, Alemania y en la final a Corea del Sur (2-1) en San Luis de Potosí (México). "Lo han conseguido, además, en pista rápida y a 2.000 metros de altitud con sólo dos días de adaptación. Pero es que los tres tienen un perfil más de pista rápida. No juegan tan liftado ni tan atrás como el clásico tenista español. Están más metidos en pista y les gusta cerrar en la red", refiere Margets.
Aunque "nada es casualidad" para el técnico. En el CAR disponen de las clásicas pistas de tierra y también indoor cubiertas donde realizan íntegra la pretemporada y esta es la superficie más habitual en el circuito ATP. Los chicos ya venían avisando: Pedro Martínez Portero entró en el CAR en 2012 y es campeón de España cadete y júnior, la primera vez que consigue aunar un jugador los dos títulos. Munar alzó el Masters europeo el año pasado frente a rivales que le sacaban un año.
La Federación Española, en un deporte donde formar a un jugador es carísimo, mantiene a nueve tenistas en el CAR. Cada uno de ellos supone un coste de unos 50.000 euros anuales (viajes, técnicos, estancias...) y están obligados a entregar los premios que consiguen. "Pero se está demostrando que funciona. Nuestros últimos productos son Pablo Carreño (66º del mundo con 22 años) y Lara Arruabarrena (21 años, 101º) que ya están arriba y Roberto Carballés dará el salto. A los que acaban de ganar la Davis les queda mucho camino, pero tienen recorrido. Los tres son para ilusionarse", cierra Mico Margets y respiran en la Federación: se ven brotes verdes.
