Verdasco y Marrero ganan a los gemelos Bryan y tocan el cielo

Cuando el resto de Mike Bryan se marchó fuera de todos los pasillos tras primer (y último) servicio de Fernando Verdasco, se consumaba un rarísimo éxito para el tenis español: dos títulos consecutivos de dobles en la Masters Cup, con dos parejas distintas: en 2013, David Marrero y el feliz Verdasco (que soñaba en jugar dobles con Agassi o McEnroe como parejas ideales) suceden a Marcel Granollers y Marc López, campeones en 2012. Lo nunca visto. Por decirlo con palabras de Carlos Moyá, capitán y seleccionador de España, “obviamente, Marrero y Verdasco son candidatos a jugar la Copa Davis”.

Las claves del nuevo gran triunfo: cancelar los seis puntos de break que negociaron los Bryan bajo el servicio de los españoles y arrancar el súpertiebreak con 2-0: por un mini break de salida. Nadie cedió otro punto al servicio. Los españoles sirvieron seis saques directos y Verdasco ejecutó un tiro ganador en pista… a 188 km/h: un trueno. Mike y Bob Bryan, campeones de 15 torneos de Grand Slam y tres Masters Cup, habían batido a Marrero y Verdasco en tres cruces anteriores. Esta vez no le tocaba a este par de clones californianos (7-5, 6-7 (3) y 10-7, para los españoles).

Marrero y Verdasco ya se asociaron en 2011, en Acapulco e Indian Wells: sin victorias. Ahí se olfateaban señales de lo que describió Peter Fleming, campeonísimo de dobles bajo las alas de Johnny McEnroe: “No había química entre Feliciano López y Verdasco, que necesita con él uno que gane puntos al resto y no otro sacador zurdo y atacante, como Feliciano”. Tras caer ante los argentinos Nalbandián-Schwank en la final de la Davis de 2011, la pareja Verdasco-Feliciano se escindió. Tras unos escarceos, el zurdo Verdasco formalizó su sociedad con el diestro grancanario Marrero, habitual sparring en las preparaciones de Davis: en 2012, Marrero y Verdasco ya ganaron títulos en Buenos Aires, Acapulco Hamburgo y Umag. En 2013 han seguido las conquistas en San Petersburgo y Masters Cup, con balance de 38 victorias y 20 derrotas: ya pasean por el cielo de los campeones.