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Entrevista en París

Rafa Nadal: “Ver a la gente feliz me da mucha energía positiva”

Nadal abandonó París para enrolarse en el torneo de Halle, donde ya competirá sobre hierba. Antes, el número uno analizó su momento en una conversación exclusiva con AS.

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Rafa Nadal: “Ver a la gente feliz me da mucha energía positiva”
ATLAS

—¿Qué es más duro: ganar nueve veces Roland Garros, firmar al menos un torneo de Grand Slam durante diez años consecutivos, aquel tremendo Wimbledon de 2008 que supo arrebatar a Roger Federer… o mantenerse 139 semanas como número de la ATP?

—Nada de eso es tan duro como el día a día, como la competencia y exigencia diarias que te das a ti mismo. Todos esos son momentos en la cima de la exigencia, pero nunca pueden ser como esa exigencia que tú te vas marcando. Lo que sí hablan diez años seguidos ganando al menos un título de Grand Slam es sobre la satisfacción por extensión que he podido dar a mi carrera, estando en lo más alto y estando al máximo… día a día. Ahora se trata de poder seguir con la misma intensidad.

—Por ceñirnos a episodios puntuales, ¿en estos tiempos ha sido lo más duro de todo derrotar a Novak Djokovic en cada una de estas cuatro maratonianas citas de Grand Slam (con tres finales) que le ha ganado desde 2012?

—Desde el punto de vista físico, esta sí ha sido la final de Roland Garros más dura de todas. Sinceramente, no sé lo que hubiera podido pasar en un quinto set. Pero es que Djokovic y yo jugamos siempre al límite, por metas muy elevadas y con todos los medios posibles por parte de cada uno. ‘Al límite’ quiere decir que el desgaste mental es alto y la exigencia, más que máxima. Y el impacto mental te hace acabar más cansado de lo habitual, como ha pasado en esta ocasión. No cabe duda de que son partidos en los que te endureces y aprendes.

—Usted venía de perder con Djokovic una serie de cuatro partidos al mejor de tres sets… pero en Grand Slam ya le va dominando en una racha de cuatro triunfos consecutivos. ¿Cómo explicar las tendencias? ¿Van por rachas? ¿Es por la extensión a cinco sets?

—No: no creo que sea sólo por esto. Como ya he dicho, es una rivalidad más que máxima: nunca hubo tantos cara a cara en la ATP. Van 42 partidos, ¿no? Así que en estos partidos hay lugares, superficies y pistas que están más hechos para el uno que para el otro. Con el desgaste que hay en nuestros partidos, cualquiera de esos factores puede desequilibrar.

—¿O es que gana a Djokovic en distancias largas porque usted, Rafa Nadal, sabe sufrir mejor y disfruta con el sufrimiento como el serbio no hace?

—No diría yo eso. No sé cómo se verá desde fuera, no soy informador, pero Novak es un gran luchador y sabe sufrir: mentiría si dijera lo contrario. Diría que una de las razones por las que Djokovic me pone en aprietos es… porque precisamente es un gran buscador de soluciones. Y a lo largo de tantos partidos entre nosotros, él también ha hecho que yo las vaya buscando.

—¿Es posible que usted, con tanta batalla, llegue a desanimar a Djokovic en la intentona permanente que él tiene en busca de poder conquistar Roland Garros de una vez por todas?

—Seguro que no. Djokovic es un jugador increíblemente bueno, como he dicho. En su carrera tenística aún quedan muchos años brillantes. Creo que Roland Garros siempre será un objetivo claro para Djokovic. Estará preparado para la batalla, seguro.

—Pero mientras esté Rafa Nadal, parece como si una muralla inaccesible se alzara ante el serbio…

—Ahora estamos nosotros dos, pero nuestras carreras tienen los años limitados, como la de cualquier otro. Vendrán otros jugadores antes o después. Ahora no puedo decir quiénes, pero vendrán: y seguro que a no tardar mucho.

—A otra cosa. Empieza la temporada de hierba y usted coge el camino para Halle, en Alemania, a pesar de todos los problemas que hubo a causa del esfuerzo ante Djokovic. ¿No es un poco apresurado o arriesgado? ¿Qué espera?

—Falté el año pasado al torneo de Halle porque no me encontraba con la suficiente seguridad en la rodilla… y después tampoco estuve seguro en Wimbledon. Hay un fuerte compromiso allí: pero creo que se trata de la preparación más correcta para Wimbledon y siento que es necesario probarme a fondo sobre la hierba, para ver sensaciones y cómo responden las rodillas, los gemelos, la espalda… en Halle podré ver cómo está todo eso. Después de cómo terminé la final, a estas horas sólo me acuerdo un poco del gemelo. Veremos.

(En sus paseos de la mañana del lunes por el Hotel Meliá Alma, a dos manzanas de los Campos Elíseos, Rafa Nadal se mueve con toda normalidad, despliega su mejor sonrisa antes de marcharse, acompañado por toda su familia, a la multitudinaria sesión oficial de fotos que la ATP monta en el Trocadero con el campeón de Roland Garros).

—Precisamente en Wimbledon, usted disfruta de una oportunidad única para poner hierba de por medio en la carrera por el número uno: sólo defiende diez puntos de 2013, al haber perdido en primera ronda. Y Djokovic perderá puntos como no conserve los 1.200 que tuvo por llegar a la final. ¿A qué aspira Nadal, dos veces campeón en el All England?

—No es eso lo que me preocupa: ya sabe que yo nunca me he fijado en lo del número uno, sino en cómo va la Race, la carrera de campeones o clasificación por puntos de cada año. Está claro que el líder del año en la Race es, al final, el número uno. No puedo decir ahora que voy a intentar ganar en Wimbledon: voy a intentar jugar bien, lo que no ha sido el caso en los dos últimos años. Supongo que iré más rodado después de competir en Halle. Y si juego bien, entonces ya podré plantearme otras cosas.

—¿Le hace sentirse bien el alegrón que un triunfo como el de esta final de Roland Garros le ha dado a su país, España?

(Nadal enarca el ceño y pone gesto de sorpresa contenida… pero sin el menor desagrado)

—España es un gran país. Poco a poco estamos saliendo. Francamente, no creo que España necesite de mí. Me haría muy feliz pensar que eso siquiera pudiese llegar a suceder. Como digo, creo que poco a poco cada vez más españoles están empezando a poder ser más felices. Que descienda el paro y que las familias puedan ir saliendo adelante son los objetivos verdaderamente importantes.

—Algo habrá tenido que ver el noveno título de Rafa Nadal en Roland Garros en la felicidad que el domingo sintió bastante gente en España…

—Hombre… a mí lo que sí me gusta es ver a la gente feliz. Mi carácter es que mientras a mi lado vea más gente feliz, pues más felices estamos todos. Ver a la gente feliz a mi alrededor es algo que transmite y que me da energía positiva.