Shamil Tarpischev, la mano que mece la cuna del tenis en Rusia, ha recibido un castigo ejemplar de la WTA en vísperas del Masters. El presidente de la Federación Rusa, que también es capitán de Copa Davis y Copa Federación, metió la pata en un programa nocturno de televisión cuando se refirió a “los hermanos Williams” para nombrar a Serena y Venus, que acumulan 25 títulos de Grand Slam. A su lado en el plató estaba la extenista Elena Dementieva, que fue cuestionada por cómo se sentía al enfrentarse a ellas. Tarpischev también terció: “Da miedo mirarlas”.

La reacción de la WTA no se hizo esperar. “Los comentarios hechos por Tarpischev sobre dos de las mejores atletas en la historia del tenis femenino son insultantes, humillantes y no tienen lugar en nuestro deporte”, expresó Stacy Allaster, directora de la organización. El directivo ruso, que es amigo de Vladimir Putin y ocupa una plaza en el Comité Olímpico Internacional, tendrá que hacer frente a una multa de 25.000 dólares (19.500 euros), la más alta que permite el reglamento, y será apartado de caualquier actividad relacionada con la WTA por un año. 

“Lamento que la broma haya sido sacada de contexto. Esta historia no merece tanta atención”, se disculpó ayer Tarpischev.