La española Carla Suárez, decimoséptima en la clasificación mundial WTA, afrontará "con ganas" el torneo de tenis de Sídney, al que llega tras haber alcanzado los cuartos de final en Brisbane y donde ultimará la adaptación a su nueva raqueta antes de la disputa del Abierto de Australia.

"Las sensaciones después de Brisbane son buenas. Poder jugar tres partidos en total, perdiendo con Maria Sharapova, es un balance interesante", analizó la tenista canaria en un comunicado donde también refleja sus "ganas" de hacer un buen papel en Sídney. "Es mi segundo año y es un torneo que me gusta", abundó.

La mejor tenista española del momento afrontará la última cita previa al primer Grand Slam de la temporada con el deseo de "seguir cogiendo nivel, seguir mejorando en competición y adaptándome a la raqueta, al calor y a la humedad".

Para hacer realidad el ambicioso reto de alcanzar el top-10, Carla Suárez compite ahora con una raqueta de 102 pulgadas -en lugar de las 97 que tenía el aro que usaba anteriormente- y apuesta por un juego más directo y ajustado a las exigencias del circuito femenino. "Tengo buenas sensaciones", reveló.

La pupila de Xavier Budó y Marc Casabó debutará en Sídney ante la germana Sabine Lisicki, a la que venció en el torneo de Montreal (Canadá) en 2012 en su único enfrentamiento previo.