La española Carla Suárez afronta el primer Grand Slam de la temporada en Melbourne, donde cerrará la gira australiana tras los torneos disputados en Brisbane y Sídney, "con muchas ganas" en el que será, a sus 26 años, el octavo Abierto de Australia de su carrera.

"Lo afronto con muchas ganas. Es un Grand Slam y hacerlo bien puede ser muy positivo en varios aspectos. Sabemos de la exigencia que requieren los partidos aquí. Todas las jugadoras se dejan la piel y van al máximo", dijo en Melbourne la jugadora canaria.

Suárez, decimoséptima cabeza de serie, comenta que "hay que estar muy concentrados y muy tranquilos en momentos de los partidos donde los pequeños detalles pueden decidir muchas cosas. Los partidos anteriores me han dado mucho ritmo de partidos, y eso siempre es bueno a principio de año".

"Afrontamos el torneo con la máxima ilusión y con muchas ganas de hacerlo bien. Creemos que la línea que llevamos es positiva, ojalá que podamos aumentar el número de partidos aquí en Melbourne", añadió.

La jugadora española reconoció que Australia "es uno de mis torneos favoritos desde hace varios años. Los espectadores lo viven con pasión y animan en momentos donde realmente lo necesitas. Son muy fanáticos del tenis y eso para un jugador, en un Grand Slam, es muy bonito" reconoció.

"No me planteo ningún objetivo en concreto. Evidentemente hay que ir partido a partido y eso significa no pensar más allá de la primera ronda por el momento", apuntó Suárez que disputará el primer encuentro del cuadro individual este lunes, en el cuarto turno de la Pista 11, ante la alemana Carina Witthoeft.

Suárez también disputará el cuadro de dobles formando pareja con la también española Garbiñe Muguruza.