Garbiñe Muguruza se enfrentará en octavos del Abierto de Australia a Serena Williams, número uno del mundo, después de derrotar en tres sets a la suiza Timea Bacszinsky: 6-3, 4-6 y 6-0, después de dos horas y siete minutos sobre la candente y casi pastosa alfombra del Hisense Arena. Como suele ocurrir últimamente, Muguruza (cabeza de serie número 24) sufrió durante el segundo set, aunque después volvió a empuñar los mandos del partido, mediante seis saques directos y 74% de puntos ganados con primeros servicios. "Nunca dejaré de estar positiva, eso lo tengo claro. Volví a concentrarme en lo que estaba haciendo bien y eso fue todo. El de Serena será otro partido duro más de tantos como hay que jugar. No creo que el calor sea una ventaja para ninguna. Sufriremos igual... y cualquiera puede ganar", afirmó Garbiñe Muguruza, ya alzada a recibir a la Prensa en el 'Teatrillo' principal del Rod Laver Arena.

Por su parte, y en el mismo Rod Laver Arena, Serena sufrió bajo el calor (31 grados) ante Elina Svitolina, de Ucrania. Williams cedió el primer set, que llegó a ir perdiendo por 2-5. Pero Serena reaccionó a todo trapo para vencer por 4-6, 6-2 y 6-0, con nueve saques directos y punta a 196 km/h, además de... 28 errores no forzados. Muguruza y Serena ya se encontraron en 2013 en Melbourne, en segunda ronda del Abierto australiano, y Serena impuso su ley: 6-2, 6-0. Pero en 2014, sobre la tierra de Roland Garros, Garbiñe se tomó sonora revancha con un doble 6-2. "Aughh, déjenme respirar, no me lleven tan lejos ahora: Muguruza está jugando muy bien y es una gran jugadora. Yo, aquí... ya nada tengo que perder, sé que, de todos modos, el público de Australia adora ('love') a Serena Williams", dijo la misma Serena a la locutora (y tenista) Rennae Stubbs en los micrófonos a pie de pista en el acalorado Rod Laver Arena.