ABIERTO DE AUSTRALIA

Djokovic, a la final con Murray al destronar a Wawrinka

El número uno del mundo necesitó llegar al quinto set para deshacerse del actual campeón del torneo: 7-6, 3-6, 6-4, 4-6 y 6-0. Murray le espera en la final.

MELBOURNE
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Casi de la misma forma meteórica en que iba descendiendo la temperatura en la noche austral de Melbourne Park, rumbo a la cota de 15 grados... así va a descender el ránking de Stanislas Wawrinka en la ATP tras su derrota número 17 ante Novak Djokovic a través de 20 cruces. Desde el número cuatro del mundo, y como consecuencia de no poder ni siquera llegar a la final de Australia para defender en ella su título de 2014, Wawrinka caerá hasta el noveno puesto en la Lista de la ATP: esta derrota ante Djokovic hará perder 1.280 puntos al suizo.

Al mismo tiempo, el triunfo de Novak le coloca en su quinta final en el Abierto australiano (ganó las cuatro anteriores, 2008, 11, 12 y 13), 15 en total en eventos de Grand Slam. De las 14 finales anteriores en grandes torneos del Slam, Djokovic ha perdido la mitad exacta: siete. Y dos de ellas (Wimbledon 2013 y US Open 2012), contra Andy Murray, que repetirá como oponente en la finalísima del domingo. Pero aquí ocurre que The Djoker Djokovic todavía no sabe lo que es perder una final en el Abierto Australia...

Con los dos grandes mitos Rod Laver y Ken Rosewall en el palco del Rod Laver Arena, la semifinal entre Djokovic y Wawrinka se cerró con 7-6 (1), 3-6, 6-4, 4-6 y 6-0 para Novak, un número uno del mundo cada vez más sólido: después de tres horas y 30 minutos. Si Djokovic firma su quinto título australiano en la final del domingo, rebasará de largo la cota de 12.000 puntos en la cima de la ATP. Salvo el desfondamiento de Wawrinka en el set final ( y el propio resultado final) de este partido, un tough five setter, un duro combate a cinco sets, se pareció bastante al duelo de 2014 que registró victoria de Wawrinka, en cuartos... y del que Djokovic se toma buena revancha. De todos modos, algo hay en el juego de Wawrinka que molesta bastante a Djokovic: y es el explosivo tiroteo plano de revés que llueve desde la raqueta de Wawrinka y descarga granizadas planas a máxima velocidad contra el revés de Djokovic... quien así ve incordiado y molestado uno de los grandes argumentos en los que razona y edifica su tenis.

Djokovic ganó el primer set en un pésimo tiebreak de Wawrinka (que se había tratado los ojos con colirio) y con el helvético entregado a aparatosos cañazos que recordaban los del peor Federer. El Djoker perdió tensión competitiva, Wawrinka extremó su ambición, rumbo a 42 golpes ganadores (con diez saques directos)... y llegó la igualada. Pero ahí empezaron a prevalecer la maniobrabilidad y recuperaciones de un Djokovic que puede llegar a ser impenetrable... en situaciones verdaderamente desesperadas. Cuando Novak se adelantó con dos sets a uno, pocos dudaron de que el número uno ya no iba a ceder el puente de mando, justo cuando se declaraba incendio en la cubierta de un Wawrinka que en el cuarto set aun recuperó un break para forzar la quinta y definitiva manga. En ese set definitivo, y en pleno caos de los jueces de línea, Djokovic (27 golpes ganadores, 49 errores no forzados) aceleró de salida y apuntilló sin piedad a un fatigado Wawrinka que se despeñó hasta firmar 69 errores no forzados... y que en el quinto set no ganó un solo punto con segundos saques: 0/9, 52% en el total del partido en este departamento. Suena de nuevo una hora decisiva para un Andy Murray de regreso a las alturas y el que cada vez es más número uno del tenis mundial: Novak The Djoker Djokovic.