Por fin va a saber lo que se siente jugando Copa Federación. ¿Qué le han contado veteranas como Anabel Medina o Silvia Soler?

—Que es una semana de mucho entrenamiento, y de mucha tensión porque representas a tu país. Pero lo llevo bien. Hay buen rollo en el equipo.

—¿Es de ese tipo de jugadoras que le gustan los escenarios cargados, el ruido, la animación…?

—Me gusta que haya ambiente, público, pistas grandes. No sé cómo reaccionarán en Rumanía, pero seguro que es animado.

—¿Qué le va a pasar por la mente cuando suene el himno?

—Ya he competido con España, en júnior y por equipos. Ya lo he vivido. Pero después de todo lo que pasó estoy muy contenta. Por fin voy a dar el gran salto, vivirlo intensamente.

—Dice Conchita Martínez que con Carla Suárez y usted, España puede volver a aspirar a algo grande en Copa Federación...

—Que lo piense es fenomenal. Mis puntos pueden dar victorias. Es una pena que Carla (lesionada) no esté, pero confío en jugar mucho en el futuro junto a ella.

—¿Qué papel ha jugado Conchita en su decisión final?

—Uno muy importante. Para mí era clave que fuera la capitana, porque es excelente y ha ganado cinco veces la Copa Federación. Tenerla a tu lado te nutre.

—¿Qué contagia ella?

—Buen rollo, frescura, pasión por el tenis. Juega con nosotras y lo vive.

—Una vez que logre ser más regular, no tener esas montañas de ganar 6-1 y perder luego 0-6 un set, ¿puede aspirar a asaltar el top-10 este año?

—¡Buff! Es un objetivo difícil, aunque hay que marcárselos altos para llegar. Estoy mejorando la regularidad por mucho que los resultados reflejen picos. Los jugadoras y las pistas top me motivan, pero los realmente importantes son los partidos contra la número 50 en la pista 27. Esos son los que ganando te dan la posibilidad de hacer cosas grandes en una pista central. Y de Australia vine con buenas sensaciones. Me vi a un buen nivel.

—En España se espera mucho de usted. ¿Eso le pone nerviosa o le gusta?

—No me incomoda. Es bueno. Si me exigen, es porque me ven con posibilidad de lograr triunfos. Yo voy a aportar todo lo que pueda en Copa Federación, y transmitir alegría.

—Costó mucho que se decidiera a jugar con España. ¿Llegó a afectarle, a descentrarle el tema en el último tramo de 2014?

—La bola se fue inflando y tuve que decir ‘basta’. No me estaba ayudando la incertidumbre, tanto énfasis en este tema. La expectación que se generó en España y Venezuela sí que me afectó un poquillo.

—Hay quien dice que elegir por España fue sólo un tema económico. Aquí entrarían más patrocinadores y tendría más proyección… ¿Cierto?

—No. Pesó lo deportivo. En España me he formado y he vivido casi toda la vida.

—A Simona Halep ya la ha vencido, en septiembre en Wuham. Y hay pista rápida. No es imposible pasar esta eliminatoria…

—Es difícil porque todas sus jugadoras están en el top-100 y Halep es número tres. Es de los equipos más fuertes de esta división. Pero que no nos subestimen… vamos a intentar ganar.

—¿Le han gastado ya alguna novatada?

—No, no. Yo les freno. Pero ya me voy preparando el discurso por si me toca hablar en la cena oficial…