Garbiñe Muguruza no pudo cerrar su semana fantástica con la final. En el Premier de Dubai, cayó tras un maratón de casi tres horas (2h:53) contra otra tenista en ebullición, la checa Karolina Pliskova, por 6-4, 5-7 y 7-5. La tenista nacida en Caracas, que tomó en octubre pasado la decisión de jugar por España (el país de su padre), aparecerá en cualquier caso el lunes entre las 20 primeras escalando puestos desde la 24ª posición a la que llegó a Dubai. La opción de asomarse al top-10 no parece lejana.

Muguruza ha tumbado en Dubai a una ex número uno como Jelena Jankovic, a Agnieszka Radwanska (8ª) y a Carla Suárez (13ª). Sólo le quedaba batir a Pliskova para pisar la final. Pero la checa, de 22 años y 18ª del mundo, presentaba las mismas armas que la española: tiros afilados desde su 1,86 m. y ambición. Nueve dobles faltas lastraron a Garbiñe en el primer set, que perdió por 6-4 viéndose obligada a remontar.

En la segunda manga, la española se rehízo. Ordenó su juego sin renunciar al riesgo. “Vete a por ella, busca el partido, sé agresiva”, le alentó su técnico, Alejo Macinsidor, en un parón. Y se lo adjudicó por 7-5. En la tercera manga, no consolidó dos bolas de break que le hubieran permitido sacar por el partido. Con 21 años, le falta el pulso que decide en los momentos claves, pero tiene el convencimiento para afrontarlos sin miedo. Un poco más de tiento, o suerte, en las 17 bolas de break de que dispuso para sólo cerrar una habrían dado la vuelta al marcador. Pero el top-10 sólo es cuestión de tiempo.