Rafael Nadal inicia la gira europea de tierra batida con las incertidumbres que dejó su pronta eliminación en el pasado torneo de Miami pero con las garantías que acreditan diez años de dominio absoluto en la tierra batida. Llega el momento de la verdad para el manacorí con los torneos que mayores alegrías y éxitos han aportado a su dilatado palmarés. No es un año más. Nadal necesita reencontrarse consigo mismo y con su mejor versión para mantener su estatus y convertirse en el mayor emperador de la tierra batida ya que está a tres títulos sobre arcilla para igualar el último listón, el que ocupa Guillermo Vilas con 49 títulos.

Nadal viajó ayer a Barcelona, donde ha pasado la noche, y a primera hora viajará a Mónaco obligado por la huelga de controladores aéreos. Lo hizo junto a su amigo y tenista Juan Mónaco, que se ha entrenado con él estos días en Manacor, y junto a su equipo técnico. “Me voy con la ilusión de empezar una temporada de tierra que en el pasado siempre se me ha dado bien. Es verdad que quizás es el año que llego con menos partidos, con menos buenos resultados y con más dudas de lo que suele ser habitual cuando llega esta temporada pero hay que aceptar las situaciones y aceptar que puede pasar cualquier cosa. Estoy haciendo las cosas lo mejor que sé para que las cosas salgan lo mejor posible” afirma el manacorí, que apunta que lo importante es recuperar su mejor versión: “Es importante jugar bien y coger el nivel necesario para competir bien. Si tengo el nivel necesario, si consigo llegar al nivel que he tenido años atrás, no veo porque las cosas no van a salir bien. Otra cosa es si juego como en Miami porque las cosas irán mal. Si uno juega bien, tiene opciones de tener éxito; si uno juega mal, las opciones son prácticamente nulas. En el tenis no hay un compañero al lado que te vaya a salvar nada” advierte.

Rafael Nadal reconoce que lo importante a estas alturas son las victorias ya que “el juego es bueno cuando uno gana, cuando sales a la pista y puedes hacer lo que tienes en la cabeza. Si uno no compite de la forma que cree que tiene que competir, el juego no es el que debe ser. Los últimos entrenamientos han ido bien pero hay que ir a competir bien, intentar ganar partidos; si uno gana partidos, las cosas se ven más claras. Si uno entrena bien tiene más opciones de que las cosas salgan bien. Yo pongo el máximo de mi parte y cuando uno da todo lo que tiene, no está obligado a más. Hago todo lo que puedo para que las cosas salgan bien”. Además, huye de excusas y reconoce que ya no es un argumento válido el haber estado tantos meses parado: “Ya llevo semanas en el circuito y ya no es excusa la parada larga. Cuando uno regresa tras una parada larga y las cosas no salen desde el inicio, pues es normal que uno tenga más dudas, más desconfianza y que falte seguridad en uno mismo. Esto se tiene que recuperar, y lo recuperaré” sentencia. Nadal es el quinto de la ATP y, por tanto, ya no será uno de los principales cabezas de serie de Montecarlo, lo que dificulta el camino hacia la conquista del título: “Ahora estoy tengo un ranking más bajo y, por tanto, puedo tener rivales más complicados en rondas que antes no tenía y todo esto son factores que se tienen que tener en cuenta. Tengo que jugar bien, estar tranquilo, hacer las cosas bien y sé que las hago bien y falta que salgan. Tengo la tranquilidad de que hago lo que puedo y, a partir de aquí, ser positivo y esperando que las cosas salgan poco a poco porque no pasaremos de cero a cien, no pasaremos de perder en Miami a jugar a un nivel espectacular en Montecarlo, esto no pasará, que nadie se piense que va a pasar porque las cosas se tienen que conseguir de forma progresiva” indica.