La nueva raqueta de Nadal, ante el obús de John Isner

Con su nueva raqueta enroscando bolas sobre la Pista Central del Monte-Carlo Country Club, Rafa Nadal demolió por 6-2 y 6-1 al francés Lucas Pouille en 68 minutos… y hoy se planta en octavos de final ante la artillería pesada del estadounidense John Isner. Los efectos pesados de topspin que manan de las nuevas cuerdas de la flamante raqueta de Nadal acorralaron a Pouille en el costado del revés.

Rafa estampó una firma enfática –’tap, tap’– sobre la lente de la cámara de pista de la ATP tras la victoria número 326 de su carrera en 351 partidos sobre tierra batida: 92,9%, mejor porcentaje de siempre en esta superficie.

Cañonazos. Pero todo cambia hoy: en la frontera de Nadal con los cuartos de final y hacia las 14:30 horas emerge John Isner, número 19 ATP y primero de EE UU: con un obús o mazo de raqueta que estalla a unos tres metros de altura (2,06 de talla de Big John, más alcance de brazo) y que ayer le permitió cañonear a Troicki en sendos tiebreaks: 7-6, 7-6, con 16 saques directos. Nadal ganó a Isner las cuatro veces que han jugado (una a cinco sets en Roland Garros 2011)… pero Rafa sufrió en su cuadro un total de 57 aces en esos cuatro duelos: algo más de 14 por partido. Es en tierra. Pero es un peligro: ceder el servicio hoy será como un tiro en el ala.