Muguruza y Suárez, a un paso de cruzarse en octavos de final

Las dos mejores jugadoras españolas, Carla Suárez (número ocho del WTA Tour) y Garbiñe Muguruza (número 20) solo necesitan un solo triunfo más para cruzarse directamente en octavos de final de Roland Garros. Primero, en la Pista 2, Muguruza dio cuenta de la italiana Camila Giorgi por 6-1 y 6-4, en solo hora y 17 minutos: incluso pudo reducire el tiempo, dado que Muguruza mandaba por 5-1 en la segunda manga y tuvo que sellar el triunfo en turno de resto. En dieciseisavos, y como antesala ineludible para citarse con Suárez, Muguruza se ve ante un incómodo escollo: nada menos que la zurda alemana Angelique Kerber, número once del circuito... y que ha batido a Garbiñe las tres veces que se han encontrado, aunque ninguna de ellas sobre tierra batida: la última, este mismo año, en Sydney. "Ahora, si no le ganas tú a Carla, ella no te va a aflojar, tiene mucha más confianza", reflexiona Garbiñe: siempre con el condicional de Kerber por delante.

Muy poco después, cuando apenas había llegado Muguruza al vestuario y ni siquiera había pisado la Sala de Prensa, Carla Suárez producía un comodísimo triunfo en la Chatrier ante la francesa Virginie Razzano, que se retiró en solo 45 minutos cuando Suárez dominaba por 6-4 y 1-0. Razzano, que entró en el torneo con 'wild card' de la Federación Francesa, arrastraba un fuerte tirón en los abdominales desde su éxito en primera ronda ante la paraguaya Cepede Royg: en ese partido ante la paraguaya, que duró dos horas y cuatro minutos, Razzano acabó sacando solo con golpe de antebrazo y giro de codo, como Michael Chang en aquella memorable final de 1989 ante Ivan Lendl. Antes de llegar a Muguruza, Carla Suárez tiene que solucionar su compromiso con la italiana Flavia Pennetta (actual pareja de Fabio Fognini), que apeó a la eslovaca Magdalena Rybarikova por 6-2 y 6-0. Pennetta ha vencido a Carla Suárez cuatro de las seis veces que han jugado, aunque el marcador es 1-1 cuando se han encontrado sobre tierra batida.