Escañuela: "Gala León se sentará en Rusia como capitana sí o sí"

La brecha que separa a la Federación Española de Tenis (RFET) de los jugadores y del Consejo Superior Deportes antes de la eliminatoria que supondrá el debut de Gala León como capitana en Vladivostok (17-19 julio) es insalvable. Este miércoles, el presidente José Luis Escañuela conoció que era suspendido un mes por el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) por un tuit que publicó el CSD a las 14:03 mientras daba una rueda de prensa en el Comité Olímpico Español. Y tras ello se reafirmó, con su capitana al lado, en lo que había repetido varias veces antes: “Gala León se sentará en Rusia sí o sí”.

“Desde el nombramiento de Gala (septiembre de 2014) de las felicitaciones por la transparencia de la Federación se ha pasado a una situación delirante. Se nos ha atacado y a Gala se la está acosando”, se quejó Escañuela. “La situación es infernal desde hace diez meses”, apuntó.

El acto estaba convocado para desmentir que la RFET no haya querido ofrecer al CSD la documentación sobre sus cuentas, que reclama desde hace más de un año. Escañuela mostró acta notarial de las auditorías. También de la Fundación y el Observatorio, objeto de litigio con el CSD por el destino de 700.000 euros. Según el presidente, el CSD no ha querido recogerlas.

"No voy a consentir a Miguel Cardenal (secretario de Estado para el Deporte) que me haga pasar por un chorizo. Después de diez meses no me han encontrado nada. Cardenal quiere que caiga yo para que caiga Gala. Debe pensar que estamos en una época en la que el CSD puede poner y quitar seleccionadores (...). Estoy dispuesto a tender puentes, a todo salvo a que Gala no se siente en Rusia. No es negociable”, expresó con vehemencia.

La capitana, que a día de hoy sólo tiene el sí para Rusia de Gimeno-Traver (62º) y David Marrero (23º de dobles) y podría completar el equipo con jugadores fuera del top-100 como Rubén Ramírez HIdalgo, Adrián Menéndez o Daniel Muñoz de la Nava, fue dura: “Se han buscado una excusa con mi nombramiento. Si yo supiera que con mi dimisión irían Nadal, Ferrer, Robredo, Feliciano o Verdasco, el presidente la tendría mañana. Pero es un problema económico. La Davis no puede competir con los torneos. No cederé a la presión. Los que quieran ir, que me den sus sugerencias. Los que no, que me dejen trabajar”. No hay escayola que pueda soldar la fractura.