Rafa Nadal tiró de oficio para plantarse en cuartos de final del ATP 500 de Pekín. En el Centro Olímpico de Tenis, con un viento fresco que limpiaba la agobiante polución, el español derrotó Vasek Pospisil por 7-6 (3) y 6-4 en 1:47. El jueves toca descanso, para afrontar ya el viernes a al estadounidense Jack Sock, número 30 del mundo y que le arrancó un set en Roland Garros la única vez que se enfrentaron.

Rafael Nadal

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Nadal, que se ha planteado los dos meses de temporada que quedan como un trampolín hacia 2016, eligió comenzar sacando. Siempre lo hace restando. Quizá un pequeño experimento que delata ligeros cambios de aire para el próximo curso. El primer set se definió sin roturas por ninguna de las dos partes. Y con Nadal gobernando el tie-break. Sin síntomas de esas dudas que le asaltan este año en momentos decisivos.

En la segunda manga, con un break en el quinto juego, todo fue más fácil. De menos a más. Serio. Sin concesiones. "Muy bueno, muy bueno", se leyó en los labios de tío Toni. Su sobrino selló el partido con 10 winners y 11 errores no forzados frente a los 29/16 del canadiense. Nadal ya pisa cuartos, la ronda en la que cayó el año pasado.