Feliciano López se enfrentará mañana en dieciseisavos con el gigante cañonero John Isner (2,08) tras superar al argentino Guido Pella, en la tarde del jueves... después de cinco sets, cuatro horas y 31 minutos en pista: 7-6 (2), 6-7 (4), 7-6 (3), 6-7 (8) y 6-4, con 14 saques directos en la cuenta de López, que sirvió a una punta de 219 km/h. Cuando venció, Feliciano apuntó al cielo de Melbourne en recuerdo de un amigo recién fallecido.

Pero, no bien terminó con Pella en la Pista 6, Feliciano se adentró en la Pista 7 para enfrascarse en un turno de dobles totalmente español: él y Marc López (flamantes campeones en Doha) contra Dani Muñoz de la Nava y Albert Ramos Viñolas. Los dos López (que ponen la vista en los Juegos Olímpicos de Río) salieron adelante por 6-4 y 6-3, después de hora y 15 minutos de acción. Cuando todo hubo concluido, Feliciano había pasado en juego casi sin descanso un total de cinco horas y 46 minutos: algo más de seis horas en pista, incluidos los calentamientos de los dos partidos.

"Después me fui a la cama y he dormido diez horas", explica el propio Feliciano, que también anticipa: "La clave de mi partido con Isner puede estar en dos bolas y tal vez no más. Él no solamente está sacando, sino que ha mejorado en bastantes otras cosas. Las pistas exteriores están muy rápidas, lo que me viene bien, pero yo prefiero jugar bajo techo, algo que puede ocurrir si sigue lloviendo. No hay viento, la bola se levanta menos... y todo eso me gusta", aclaraba Feliciano López: que fuera de las pistas usa gafas graduadas de montura carey, del corte de las que utilizaba el mismísimo Arhur Miller.