La final del Abierto de tenis de Australia podría decidirse horas antes de su propio comienzo y a miles de kilómetros de Melbourne: el británico Andy Murray prometió antes del torneo que si su mujer, Kim Sears, se pone de parto, abandonará y agarrará el primer avión a Londres.

"Volaré inmediatamente a casa, seguro", señaló Murray durante su pretemporada en Dubai.

Nada más aterrizar en Melbourne, el británico afirmó que daba igual que el nacimiento se produjera entre la semifinal y la final: Para mí, mi hijo y mi mujer son más importantes que un partido de tenis, sí"."

Murray, de 28 años, se enfrentará mañana al serbio Novak Djokovic por el título. Pero todo podría venirse abajo si Murray Jr. decide adelantar la fecha de su nacimiento, previsto para mediados de febrero.

La cancelación de la final podría ser un desastre para la organización, ya que perdería una gran cantidad de dinero por los derechos de televisión. Además, tendría que indemnizar a patrocinadores y aficionados.

Kim Sears, que se casó con Murray el 11 de abril en la ciudad escocesa de Dunblane, no viajó a Melbourne por precaución médica.

El tenista, además, cambió la pretemporada por el primer embarazo de su mujer. En vez de entrenarse en Miami, como acostumbra, se trasladó a Dubái. "Desde aquí puedo volver a casa más rápido en caso de que sea necesario", dijo entonces el jugador.

El número dos del mundo no jugará ningún torneo en febrero y no volvería a competir hasta el primer fin de semana de marzo, cuando Reino Unido recibirá a Japón en la primera ronda de la Copa Davis.

El británico aspira en Australia a conquistar el tercer Grand Slam de su carrera tras el US Open 2012 y Wimbledon 2013.