Rafa Nadal completó una auténtica exhibición ante Mischa Zverev en los octavos de final de Brisbane. El español despachó a su rival en dos sets y 55 minutos, con una gran variedad de golpes ganadores que hicieron las delicias del público. "Jugué un gran partido. Es difícil decir algo negativo. Vi en la pantalla de vídeo que hice unos 30 ganadores y sólo unos pocos errores no forzados. He vuelto muy bien, creo. También logré muchos 'passing'. La única cosa en la que no estuve seguro fue en mi porcentaje de saques. Creo que no fue tan bueno".

Pero el balear, que jugó su segundo partido de 2017, sabe que en cuartos el rival subirá mucho el nivel. Un Milos Raonic que, aunque ya le venció en la exhibición de Abu Dhabi a finales de año, ahora ya en partido oficial se presenta como un rival ante el que no podrá despistarse ni un segundo: "Es uno de los oponentes más duros que hay hoy en día, sin lugar a dudas. Él es el número 3 del mundo. Su saque es enorme y ha mejorado mucho desde el fondo también. Es un partido en el que no se pueden cometer demasiados errores si quieres tener alguna posibilidad. Debo estar muy concentrado en su saque y luego tratar de jugar de forma agresiva. Voy a tratar de lograrlo, sabiendo que va a ser un partido muy difícil".