Muguruza dice adiós

Garbiñe Muguruza anunció su adiós al tenis con 30 años y dos Grand Slam en su palmarés: Roland Garros 2016 y Wimbledon 2017. También con la sensación de que tenía talento y golpes para más, en una carrera brillante pero llena de altibajos que se detuvo en febrero de 2023, cuando decidió hacer un alto para coger aire y reflexionar tras encadenar una racha de malos resultados.

Muguruza, nacida en Caracas de padre vasco y madre venezolana, hizo su anuncio en un acto de los Premios Laureus, de los que es embajadora, durante una rueda de prensa en Madrid y antes del Madrid Open, que arrancará el martes: “Ha llegado el momento de despedirme, ha sido una carrera larga, preciosa, llena de momentos y anécdotas. Siento de abrir un nuevo capítulo de mi vida. Retirada suena muy fuerte, porque tengo sólo 30 años”. Lo dijo tranquila, una de las mejores deportistas españolas, capaz de brillar en los escenarios de más postín del tenis, en los que hizo hincar la rodilla a Serena (París) y Venus Williams (Londres). Algo al alcance de pocas, con temperamento y potencia.

Ex número uno del mundo, posición de privilegio que ocupó en 2017 cuatro semanas, Muguruza se va con diez títulos WTA y otras siete finales (entre ellas las de Wimbledon 2015 y la del Open de Australia 2020) tras disputar 687 partidos (449 victorias y 238 derrotas, 65% de éxito), el último frente a la checa Linda Noskova en Lyon, el 30 de enero de 2023. También, con el título de ‘maestra’ que logró en las WTA Finals de 2021. “Todos soñamos con ganar Grand Slams, ser maestra... Siento que he conseguido muchos sueños de los que tenía de niña. Mi historia ha sido fantástica”, resumió Garbiñe, que ya había desaparecido del ranking y que según pasaban los días alejada de los torneos encontraba alicientes que la llenaban más que un juego que la absorbió desde niña. Este próximo verano, además, contraerá matrimonio con Arthur Borges. Su cabeza estaba ya lejos de las canchas.

“No echaba en falta la disciplina y la dificultad de la vida que llevaba antes. Me he ido dando cuenta de que lo que más me apetece mirar es mi siguiente capítulo y no el de tenis”, explicó sincera la mejor tenista española tras Arantxa Sánchez Vicario y que vivió grandes momentos con Conchita Martínez como entrenadora, precisamente, el triunfo en Wimbledon 2017 que la oscense había conquistado antes.

“Elegir un momento es imposible, ha habido muchos buenos momentos. La final de Wimbledon es un momento único, la historia del tenis se forjó allí por decirlo de alguna forma. Y no hay nada más grande que ganar ese torneo, es lo máximo”, recordó sobre su mayor logro una Garbiñe que prácticamente no había pisado una pista de tenis desde que decidió tomarse un descanso.

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“No echaba en falta la disciplina y la dificultad de la vida que llevaba antes. Me he ido dando cuenta de que lo que más me apetece mirar es mi siguiente capítulo y no el de tenis”, dijo.

“Sabía que lo tenía claro cuando veía que pasaban los días y no deseaba ir a Roland Garros a competir. Hay cosas que echo de menos, otras que ya no tengo esa chispa o ese deseo de volver a saltar a pista, con la presión y todo lo que conlleva. Cuando veo que pasan los torneos importantes y no tengo esa chispa, está claro que las cosas han cambiado”, refirió la hispanovenezolana, que deja un gran hueco en el tenis español y mundial.

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