En 2008 le vimos en Wimbledon, cuando Federer igualó su marca de cinco victorias consecutivas. Y va a estar en el palco presidencial de la Philippe Chatrier, en la final en la que Nadal puede igualar su racha de cuatro títulos en fila en París. De todos modos, Borg fue seis veces campeón en los Internacionales de Francia. ¿Ve a Nadal capaz de batir sus récords?
Me siento feliz por Rafa y por lo que está haciendo. Me hace feliz porque, aunque mis récords están ahí, se supone que los récords están para batirlos, y parece que ahora le toca el turno a los míos. Además, Nadal tiene mucho tiempo por delante: sólo tiene 22 años. Supongo que va a ganar Roland Garros muchas más veces. Sí: muy posiblemente, batirá mis récords.
¿Encuentra algún punto de coincidencia entre el juego de Nadal y el de Björn Borg, en sus mejores tiempos?
Él es muy bueno físicamente. Grande y fuerte. Pero sí hay parecidos: la velocidad, la movilidad y la fortaleza mental. Ni él ni yo damos un solo punto de regalo. Nadal nunca juega mal en tierra. Es muy bueno en todo lo que hace en esta superficie. Cuando está jugando realmente bien, como ante Djokovic, da la impresión de que puede hacer cualquier cosa sobre la pista. No hay fallos, no hay regalos, cualquier cosa tienes que ganársela.
¿Podría ganar el mejor Borg al mejor Nadal?
(Lo piensa, pero no titubea: Björn Borg siempre contesta con frases hiladas, meditadas). Para ganarle, tendría que dar lo mejor de mí, "I'd have to play my best".
¿Cuál el gran problema que le ve a Federer ante Nadal y que le hace ceder ante Rafa?
Está todo en el mismo juego de Rafa, el estilo que ya hemos dicho. Pero los últimos partidos que yo he visto entre ellos, Montecarlo y Hamburgo, han ido muy justos, demasiados justos como para hablar de una clara superioridad de Nadal. Roger pudo ganar en cualquiera de ellos: estuvo muy cerca, casi más que nunca. Quiere decir que Federer está mucho mejor sobre tierra, se ha ido acercando a todo lo que Nadal es capaz de hacer: cuando vuelvan a enfrentarse, sea en la final de aquí, o cuando sea, se tratará de un gran partido largo, igualado... y muy atractivo.
(Saluda a Boris Becker, se abraza con Sergi Bruguera, y se va a almorzar con Mansur Bahrami. 35 años del mejor tenis y tres generaciones de figuras se reconocen en este estilizado cincuentón canoso. Que en otra vida fue el Vikingo de Hielo: Iceborg).
