Si Rusia tuviera un Kremlin del tenis, una de sus torres o torretas más altas sería Marat Safin. Las otras se intuyen: Sharapova, Dementieva y Safina. Pero cuando la torreta de 193 centímetros de Marat Safin ajusta sus engranajes, los disparos son como los del crucero pesado Aurora contra los muros del Palacio de Invierno. Ayer, Djokovic se sintió en un Palacio de Invierno bombardeado; y en los escombros se quedaron sus esperanzas de ser número dos. El ruso descargó a Nadal de la presión de mantener el número dos de la ATP bajo el previsto acoso del serbio.
Ante una Centre Court fascinada, Safin fue torre del Kremlin o torreta del Aurora y Novak Djokovic una simple diana de tiro para los impactos del ex número uno mundial. "Veo que Djokovic le tiene mucho respeto a Safin; ahí pueden pasar cosas", anticipó Boris Becker en la BBC, ya en el primer set. Pasó que, con Safin jugando sensatamente (ahora le entrena el argentino Hernán Gumy), rumbo a capitalizar su potencia de fuego, Djokovic fue exhibiendo más y más fragilidad, entre resbalones y morisquetas. Como si no se lo creyera mucho, Safin necesitó hasta dos breaks para cerrar ese primer set en 6-4. Lo hizo, empezó a creer y Djokovic empezó a enfilar la escalinata de la eliminación: un carrito de niño desvalido de los de Eisenstein.
Tie break. Sin ceder ni una bola de break tras el primer set, Safin costeó la segunda manga hasta la muerte súbita y ahí, bang, bang, bang, la torreta pesada del Aurora disparó proyectiles de precisión: 6-1 7-3 y dueño del segundo set. Las esperanzas de Djokovic, en llamas.
El resto fue un drama para el serbio, al que se le hundían las paredes entre el espanto de su viejo mentor Nikki Pilic (también descubridor de Gulbis), y la consternación de su familia y staff. Agobiado ("cansado mentalmente", dijo McEnroe), Djokovic se despidió entre las tinieblas de dos dobles faltas consecutivas. Ahí empezaba a sufrir Ivanovic, que remontó dos match points ante Dèchy. Safin, que navega hacia a Seppi, canceló su vuelo a Moscú de las 20:30. La torreta del Aurora retumba en Wimbledon. Y hoy regresa Nadal...
