A la hierba sin ningún complejo

Yo digo Manolo Santana

A la hierba sin ningún complejo

Esto no parece Wimbledon. Casi no lo reconozco cuando al llegar al día de descanso tenemos a tres jugadores en octavos de final. Se puede considerar como histórico. Es verdad que Rafa Nadal ha llegado en los dos últimos años a la final, que Feliciano López firmó cuartos en 2005... Pero este año están ahí Rafa, Feliciano y Fernando Verdasco, que me sorprendió gratamente ganando en tres sets a Berdych con rosco incluido y soltándose como apunta desde hace tiempo. Me atrevo a decir que tendremos dos cuartofinalistas, y eso es para sentirse orgullosos. El tetracampeón de Roland Garros parece haber sacudido de complejos a sus compañeros. Es un efecto imitación. "Si él puede, ¿por qué no nosotros?", deben pensar un grupo de jugadores que son capaces de acabar con cualquiera en cualquier superficie.

En cuanto a Nadal, sus mejoras con el saque le hacen sufrir menos. Eso sí, le cuesta más derrotar a jugadores que en la tierra no le hubieran durado un suspiro, pero no se puede pedir más. Es la ley de la hierba, diferente a cualquier otra. El cuadro se abre con las sorpresas mayúsculas de las tempranas eliminaciones de Roddick, Djokovic, Davydenko y otros especialistas. Los caminos hacia una final Federer-Nadal se aclaran. Hoy no hay partidos, una peculiaridad de un torneo único y diferente. Una jornada que viene muy bien para tomar aire, para oxigenarse y acumular energías. Y para ver ganar a España... Seguro que la casita de Nadal estará hoy llena de visitantes. Lo merece.