En la antesala del trono

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afp

Rafa Nadal busca su tercera final en Wimbledon ante Schuettler

El terrible chico bronceado que quiere reinar en Wimbledon continuaba ayer su rutina diaria de entrenamiento en la Pista 7 de Aorangi Park. Esculpido y definido hasta la última fibra, Rafael Nadal sometía a un castigo atronador a su representante, el ex tenista Carlos Costa ...

Restallaban los golpes, los cordajes y la bolas con el eco de un bate de béisbol: el sonido inolvidable, como de un arpa desgarrada, que emiten los zarpazos de Nadal: The Crack of the Bat. Craack, el gemido de una bolas y unas cuerdas que quieren romperse en esos golpes que surgen como de un brazo biónico, irreal, de replicante, de otra dimensión: "Me va a matar", gemía Carlos Costa ante el diluvio de fuego que le llegaba desde el otro lado de la red. Costa fue un buen tenista: en 1992 llegó a ser el número 10 de la ATP. Gran revés. Pero no podía gestionar esa bola con ese calibre, con ese sonido de un tronco que se desgaja, aserrado...

Lo que se le venía encima a Carlos Costa es el mismo afilado ingenio de destrucción que va a caer hoy sobre el alemán Rainer Schuettler en la Centre Court. Para llegar a esa semifinal ante Nadal, Schuettler necesitó sobrevivir al reto de Arnaud Clèment tras cinco horas y siete minutos de juego divididas en dos días, con tres suspensiones, una por falta de luz y dos por lluvia. Clèment tuvo un match point con 5-4 en el quinto set, sobre el saque de Schuettler, que se recuperó tras el último parón por lluvia y sentenció la manga final en 8-6. Schuettler, único alemán en activo que ha jugado una final de Grand Slam (Australia 2003, derrota ante Agassi), ha jugado cuatro veces con Nadal. Perdió tres. Ganó a Rafa sobre la pista rapidísima de Basilea en 2004: en otra vida, claro.

Tras el tormento sufrido ante Clèment, Schuettler se pone directamente en el camino de una locomotora, lo que es Rafael Nadal en los últimos dos meses. Por delante de esa colisión (¿o masacre?), Roger Federer abrirá su patio de la Centre Court para vérselas con Marat Safin: "Si quiero tener oportunidades, he de hacer lo que hace Nadal. Correr como un conejo y tirar golpes ganadores constantemente. Así de fácil", ironiza Safin.

Intratable Roger. 64 victorias consecutivas sobre hierba y cinco títulos seguidos en el All England Club contemplan a Federer. El número uno lleva dos semanas de luna de miel en Wimbledon. De Safin aún se puede esperar casi cualquier cosa. Pero Safin no es lo peor que le puede pasar a Federer. Lo peor vendrá cuando le llegue el eco de cierta raqueta que, como una motosierra, maneja ese chico terrible y bronceado, Rafa Nadal: en la antesala del trono de Wimbledon.

R. Nadal: "A seguir como hasta ahora"

De Schuettler sólo se puede decir que, si está en semifinales, es porque habrá hecho algunas cosas muy bien para llegar hasta ahí. Yo también tengo que continuar como hasta ahora, como mínimo. Estamos en semifinales, y hasta aquí he venido jugando muy bien, agresivo y con posición. No sé si será bastante, aunque espero que sí. No hablaré de la final hasta que no me vea en ella, pero sí puedo decir que no he vuelto a ver la final de 2007".