Nadal es de oro

Pekín 2008 | Tenis

Nadal es de oro

Ganó en tres sets a González y ya está en EE UU para el US Open

Ya lo sabíamos. Pero ayer lo constatamos. Rafa Nadal es de oro. El tenis olímpico tiene como campeón al mejor representante posible, a un deportista que ha demostrado que siente los colores y que en el deporte de hoy, donde cada vez va quedando menos espacio para el corazón, él lo tiene muy grande. Derrotó al chileno Fernando González, medalla de bronce en Atenas en individuales y oro en dobles, en tres sets. Con los esquemas claros, con la cabeza despejada, por 6-3, 7-6 (7/2) y 6-3. Después de Andre Agassi en Atlanta 1996, el deporte de la raqueta vuelve a tener a un grande en lo más alto del podio. Falta hacía para prestigiar una competición a la que los mejores van haciendo cada vez menos ascos. De esta se borró sólo Andy Roddick. Estaban los mejores y él ha sido el mejor entre ellos.

El éxito de Nadal no podía ser más perfecto porque hoy, mientras el balear vuela hacia Estados Unidos para iniciar la conquista de su tercer grande del año, será proclamado nuevo número uno del mundo. El cambio de guardia se ha hecho efectivo en Pekín, ciudad de Emperadores y de jefes de estado de eterna duración. Tiene pinta de que él puede ejercer el mismo rango, más de lo primero que de lo segundo por las formas.

Frente a Mano de Piedra González, que tiene un misil en la derecha si consigue atacar la bola delante, la computadora de Rafa registró que debía lanzarle atrás, sacarle de la pista moviéndole de lado a lado. Castigarle el revés a una mano, maniatarle la diestra. "Metió muchos primeros servicios. Con la tercera bola ya me encerraba con su derecha y no me soltaba", radiografió el chileno.

Primer set.

El patrón de juego del de Manacor es un esquema estresante. El zurdo Nadal lanza su drive una y otra vez hasta desesperar al rival, cada vez con más kilos que se van convirtiendo en toneladas según avanza el partido y se aflojan las piernas. Ya en el segundo juego del primer set logró un break y caminó hacia el 6-3. En el segundo, bajó un tanto su nivel, quizá cansado, y guardó energía para cuando vio necesario emplearlas. Por ejemplo, en el tie-break, al que llegó después de detener dos bolas de ruptura del Bombardero de La Reina, que entonces sintió esa sensación de agobio que rinde hasta al mismísimo Roger Federer. Esa presión del que devuelve bolas sin descanso para acabar finiquitando el set en el desempate por 7-6 (7/2).

Ni un solo 'break'

Ni una sola vez logró arrebatarle el servicio el chileno en las cuatro ocasiones de que dispuso y fueron neutralizadas con dureza. González fue conducido a un abismo que tenía como meta el himno, el ramo de flores y la foto mordiendo el oro, como antes había hecho Nadal con treinta trofeos que ha conquistado a lo largo de su carrera. Todo estaba destinado a que el ansia de Nadal empujara a España a dar un salto en el medallero. Tanto martilleo llevó al medallista en Atenas a dejar en su estadística 64 errores no forzados. ¿O provocados por la labor del español? El revolcón por el suelo, señal de triunfos sonados en el genio de Manacor, era cuestión de minutos. Un encuentro inaplazable con la electricidad de la victoria, de la inmortalidad olímpica. Y llegó con 6-3. Cuando la luz de Pekín se había apagado y los focos iluminaban al nuevo número uno del mundo. Un número uno de oro.

González: "Nadie tiene su mentalidad"

"Me tiraba atrás una bola tras otra. Nadal es un gran competidor y tiene una mentalidad de campeón que no tiene nadie. Aún así, es humano y también se le puede ganar. Le dije a Rafa que esto era cada cuatro años, que ya podía haberse dejado llevar. Pero me dijo: 'Esto es cada cuatro años y a lo mejor ya no jugamos los próximos Juegos Olímpicos".

Emilio S. Vicario: "Ha elevado su nivel este año"

Ha elevado su nivel este año. El partido sólo tenía un misterio: hacer lo que sabía hacer. La semifinal fue muy importante para él, porque le tiene mucho respeto a Djokovic. Llegó a Pekín cansado, pero le había puesto muchas ganas a los Juegos. Lo fundamental es que continúe marcándose objetivos. Ha demostrado que puede lograrlas cuando se lo propone".

Antoni Pastor: "Es un orgullo para Manacor"

"Es una enorme alegría, orgullo y satisfacción que nuestro vecino de Manacor haya logrado la medalla de oro. Es algo insólito para la ciudad de la que soy alcalde. La gente ha vibrado, han venido de todas partes a ver el partido y se han emocionado. Nunca nos acostumbraremos a sus hazañas. Hoy es un día grande no sólo para Manacor, sino para toda España".

A. Blanco: "Rafa es Rafa: un ídolo"

"Rafa es Rafa. En estos momentos es el ídolo del deporte mundial, que ha dado a todos los deportistas un ejemplo estando en la Villa Olímpica, abierto a la gente, como persona no deja de generar admiración. Y como deportista es admirable. En ningún momento me he puesto nervioso. Pronostiqué seis oros y llevamos cuatro si prospera la reclamación de vela".