Vivi Ruano: "Esta es la final de otra generación"

Mucho ha cambiado desde 2002, año en que España disputó, y perdió, la última de sus once finales de Copa Federación, frente a Eslovaquia en Maspalomas. Pero una persona permanece: Vivi Ruano. "Esta es la final de otra generación", anuncia la madrileña de 35 años, que estuvo presente en otras cinco citas decisivas anteriores (España tiene cinco títulos: 1991, 93, 94, 95 y 98), siempre acompañada por Arantxa Sánchez Vicario y Conchita Martínez. "Esta vez, a diferencia de entonces, salimos sin la presión de ser favoritas y eso es un punto a nuestro favor". Ese cartel lo lleva puesto ahora la potente Rusia, que a pesar de las bajas por lesión de Sharapova y las renuncias de Safina, Chakvetazde y Dementieva, presenta una escuadra potentísima con la número siete del mundo, Svetlana Kuznetsova, más Vera Zvonareva (9), Elena Vesnina (61) y Ekaterina Makarova (58).

Seis años después, las compañeras de Vivi este fin de semana en el Club de Campo de Madrid serán Anabel Medina (26 años, 29ª del mundo), Carla Suárez (20 años, 49ª) y Nuria Llagostera (28 años, 94ª). Un equipo. Porque si no, no se puede entender que eliminaran a domicilio a Italia (subcampeona) y China. "Lo que se ha conseguido es una gesta, porque cuando vi el cuadro pensé que estábamos ante uno de los peores años -confiesa Miguel Margets, el seleccionador-. Esta es la primera vez que un equipo llega a la final jugando todas las rondas previas fuera de casa".

Por los antecedentes, hay que dar, pues, crédito a España a partir del sábado en una pista de tierra. "Si las anteriores no teníamos que ganar y ganamos, ¿por qué no vamos a hacerlo contra Rusia?", advierte Anabel Medina, siempre con la sonrisa en la boca y más después de la plata olímpica con Vivi. "La moral está alta", confesó Llagostera a la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, que ayer anunció tres años de patrocinio a la Fed Cup. "La bola va más rápida en Madrid, también bota más alto y con los golpes liftados nos favorece", advierte Margets. ¿Otra gesta tras la gesta?