La ATP dobló ayer en su ránking los puntos de todos los tenistas. Esta medida es para adaptar la clasificación que regía hasta ahora al nuevo sistema de puntuación, que en la mayoría de los torneos es justamente el doble. Un ejemplo: el que gane el Abierto de Australia se llevará 2.000 puntos, los mismos que sumó Nadal el año pasado por ganar Roland Garros y Wimbledon, por lo que había grandes posibilidades de que el ganador en Melbourne se transformara directamente en el número 1.
Al doblar la puntuación, esta arbitrariedad no se va a producir y Nadal puede estar tranquilo. Pese a que ya le han quitado los puntos de Chennai (caducaban precisamente ayer), ahora mismo tiene 2.550 puntos sobre Federer y 2.570 respecto a Djokovic. Hasta que acabe el Open de Australia tiene que defender 900 puntos, lo mismo que Federer, ya que ambos fueron semifinalistas. Djokovic tendrá que volver a ganar el torneo para mantener 2.000 puntos.
Buen colchón.
En el peor de los casos: si Nadal pierde a las primeras de cambio en Doha y Australia y Federer gana ambos torneos, el español aún conservaría 300 puntos de ventaja. Y tal y como están las cosas, salvo lesión, Rafa tiene virtualmente asegurado el número 1 hasta marzo, cuando lleguen los Masters Series de Indian Wells y Miami, que otorgan 1.000 puntos por barba al vencedor. La cosa se le complicará mucho más cuando a partir de abril se entre en la temporada de tierra batida, con varios torneos en los que para igualar puntuación tendrá que repetir victoria.
Sin embargo, Federer ve ya muy amenazado su número 2. Sólo 20 puntos le separan de Djokovic y, para mantenerse, tendrá que lograr en Doha el mismo resultado que el serbio en Brisbane (ambos torneos tienen la misma puntuación). Con la sensible diferencia de que Roger tendrá que pelear en Doha con Nadal y Murray, entre otros, y para Djokovic sus rivales más duros serán Tsonga y Verdasco.
En todo caso, Nadal inicia hoy su campaña frente al francés Fabrice Santoro, un veterano con veinte campañas a sus espaldas al que, extrañamente, nunca se ha enfrentado.
