Ferrero: "Estaba caro entrar en el equipo"

Juan Carlos Ferrero, el hombre-niño que con 20 años llevó a España a conquistar la primera Ensaladera con dos puntazos en el Sant Jordi, volvió ayer al equipo. Con 29 tacos, con un hotel de lujo, con parte de la propiedad del nuevo Open de Valencia y con una academia para formar talentos en Villena. Con la vida resuelta, pero la ambición intacta. Retorna tras casi cuatro años de ausencia (última eliminatoria: Torre del Greco, septiembre de 2005) tras haber conocido el infierno de bajar hasta el puesto 115 del ranking en abril e incluso haber pensado en la retirada en momentos de flaqueza. Él, ganador de Roland Garros (2003) y de dos Davis (2000 y 2004). Ahora, tras los cuartos de final en Wimbledon, superar una lesión en la cadera, controlar los dolores en la muñeca derecha y ascender al 37º, Albert Costa, su compañero de individuales en ese Sant Jordi mágico, le ha rescatado.

"Para mí es muy positivo entrar en el equipo, porque se había puesto muy caro. España tiene tres o cuatro jugadores en el Top-20 y volver es importante e ilusionante. A mí me gusta jugar con la presión de la Davis", comentó Ferrero con la sonrisa en la boca. Puede tener su oportunidad el domingo, porque su experiencia (15 victorias y 7 derrotas) podría ser fundamental en caso de agotamiento de Verdasco debido a un individual y un dobles largo.