El jugador de Jávea, que sufre una microrrotura fibrilar en los isquiotibiales, explicó que el miércoles por la noche los dos médicos del torneo le recomendaron retirarse, ya que se arriesgaba a romperse del todo y estar cuatro semanas de baja, lo que le dificultaría jugar la final de la Copa Davis.
"Me duele bastante no poder jugar porque este torneo es en casa y ante toda mi gente. He apurado al máximo y sabía que era complicado, pero he hablado con todo mi cuerpo técnico y al final hemos decidido dejarlo", señaló Ferrer, quien anunció que también será baja para el próximo Masters de París.
"He salido a entrenarme pero no estaba al cien por cien y los médicos me han insistido del peligro de estar mes y medio de baja. Al final al que más le duele no saltar a la pista central es a mí. Ahora a descansar y tratar de recuperarme para la Davis si voy convocado, si no, acabaré la temporada", señaló.
Ferrer, que junto a Juan Carlos Ferrero, es el propietario del torneo valenciano, lamentó que ambos hayan tenido que abandonar prematuramente "su" torneo.
"Lógicamente estamos tristes, él por caer en primera ronda y yo por retirarme, porque llevábamos todo el año esperando que empezara el torneo con mucha ilusión", añadió. Por su parte, Martínez Cascales agradeció a Ferrer que haya intentado hasta el final poder jugar, incluso en contra de la opinión de los médicos.
"Ayer los médicos ya le dijeron a David que tenía una rotura de fibras, que no debía jugar y que arriesgaba muchísimo, pero él estaba empeñado en jugar y es algo que le honra. Pero le han insistido en que si no se rompía hoy lo haría mañana y que podía estar al menos cuatro semanas de baja", concluyó.