Ferrer marca a España el rumbo hacia Francia

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Ferrer marca a España el rumbo hacia Francia

Ferrer marca a España el rumbo hacia Francia

paulino oribe

Endosó 11 juegos seguidos a Wawrinka para alcanzar los cuartos Podría jugarse en Roland Garros

No estaba Rafa Nadal, ni Fernando Verdasco, ni Juan Carlos Ferrero. Pero David Ferrer sí. Y él fue esta vez el encargado de dar el punto definitivo a España que ponía el 3-1 en la eliminatoria de primera ronda ante Suiza y daba un billete envenenado para visitar a Francia en cuartos de final (9-11 de julio) sobre una superficie rápida.

Suiza iba a durar lo que durara Stanislas Wawrinka, un jugador que no disputaba un partido desde el 22 de enero debido a su paternidad. Frente a Almagro acumuló cuatro horas en pista; en la presentación del dobles Granollers-Robredo en sociedad, otras tres. Y como traca final le esperaban las piernas de hierro y el corazón de acero del 16º del mundo, David Ferrer, un tenista corajudo que en manos de los fisios Julián Casanovas y Luis Badal había combatido el jet-lag y el cansancio de una gira de tierra por Iberoamérica de la que se trajo el torneo de Acapulco y nueve victorias en diez partidos para convertirse en el seguro de España. Y de Albert Costa, que siempre ha contado con él.

Frente a Wawrinka había que jugar la baza de la fatiga, de mantenerle atrás, de alargar los puntos, de elevar la bola castigando su revés de seda a una mano. Y así planteó la contienda el alicantino. Su consistencia le llevó a aprovechar las dos únicas bolas de break de que dispuso en el primer set, mientras el suizo, que carga con el marrón de las ausencias de Federer en primera ronda, tiraba por la borda cuatro oportunidades de rotura.

A la red.

Ante el calvario de un partido largo, Wawrinka se la jugó. "Intenté ser más agresivo, subir a la red", radiografió. Esas andanadas pusieron a Ferrer 4-1 abajo. Pero hasta ahí llegó la gasolina de la raqueta de Lausana y la paciencia de Ferrer, que le endosó once juegos seguidos para llevarse la segunda manga por 6-4 y la tercera con un rosco (6-0). A continuación, Nicolás Almagro reventó a Marco Chiudinelli (6-1 y 6-3) para colocar el 4-1 final.

España, además, batió el récord de eliminatorias invicto como local, dejándolo en 19, con 75 victorias y 18 derrotas. Próxima parada, Ali Tsonga.