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Tenis | US Open

Nadal dio el susto al sufrir un calambre en la sala de prensa

Tras ganar a Nalbandián, un fuerte dolor le afectó en el muslo

Actualizado a
Nadal dio el susto al sufrir un calambre en la sala de prensa

Hacía hora y media que Rafa Nadal había puesto sus pies en octavos de final del US Open. Con un calor asfixiante en el caldero de la Arthur Ashe (más de 30º y 65% de humedad) venía de frenar la derecha de seda de David Nalbandián por 7-6 (7/5), 6-1 y 7-5. Sentado en la sala de prensa, analizaba su progresión cuando... "¡No puedo seguir, llamad al fisio!". Manos sobre el rostro, recostado en la silla en un primer momento, resoplando, gesto de dolor. Confusión. ¿Desvanecimiento? Puertas cerradas. Sus padres y su novia, Xisca, alarmados, acudían prestos. Hielo por los pasillos. Susto.

Quince minutos más tarde, explicación: "Ha sido un calambre. Se me han cargado el ísquio y el cuádriceps de la pierna derecha al mismo tiempo. ¡Qué mal! Lo malo es que ha sido ante las cámaras, si hubiera ocurrido en el vestuario no se habría enterado nadie. Pero tranquilos, que mañana (por hoy) estaré ahí entrenando sin problema". Ufffff. Alivio en Nueva York. La anécdota del calambre tapaba el partido que ponía al campeón ante el poderoso saque de Gilles Muller, que contabiliza 65 aces en el torneo.

Nalbandián le hizo antes un primer set de lujo que abocó a la muerte súbita, arriesgando en un partido que acabó con 60 errores no forzados. En el segundo, el nivel de Rafa subió y sus piernas y corazón taparon algún momento de irregularidad. De duda. Como cuando sacaba con 5-3 para ganar el partido y perdió su saque por tercera vez.

Positivo.

Pero tras el calambre, la radiografía esperanzadora: "He ido de menos a más todos los días. No hay que ser autodestructor, ni lanzar las campanas al vuelo. ¿Qué echo en falta? Tranquilidad a la hora de cerrar el partido. Pero he jugado mucho más largo, el drive corre, he cometido pocos errores no forzados (18), he conseguido llevar una línea de juego y he atacado cuando Nalbandián bajó su nivel".

El que no se acalambró fue Ferrer: 6-1, 6-2 y 7-6 a Mayer, y a por Roddick.