Federer continúa en forma. En Dubai, su segunda casa, se ha anotado el cuarto título tras vencer en dos mangas al escocés Andy Murray, por un ajustado 7-5 y 6-4 en poco más de hora y media de juego. Un triunfo que supone su segundo éxito en la presente temporada 2012, el septuagésimo segundo de su carrera deportiva y el quinto en el torneo emiratí.

El maestro suizo, que apenas hace dos semanas ganó el Abierto de Rotterdam ante el argentino Juan Martín Del Potro (6-1 y 6-4), doblegó a uno de los escasos tenistas de la ATP con el que tiene perdida la estadística de duelos directos: 7-8 tras el partido de hoy, aunque el suizo domina 4-2 en finales. Y lo hizo merced a su mayor precisión en los puntos clave del encuentro.

La primera manga se decidió tras una única rotura de servicio, que llegó en el undécimo juego y que acabó siendo una losa para el tenista de Dunblane que creció como tenista en Barcelona. Un Murray que llegaba con la moral por los aires tras su contundente victoria en semifinales sobre Djokovic, el número uno mundial. Federer no perdonó con el servicio a pesar de no haber tenido un gran acierto con una de sus mejores armas a lo largo de la primera manga.

Más animada fue la segunda, que vio alternativas en el marcador. El de Basilea rompió a su rival en el tercer juego (2-1) aprovechando cierta irregularidad en el tenis de su rival y confirmó dicha ventaja después (3-1). Cuando el partido parecía visto para sentencia, llegó la reacción de Murray (y el despiste del suizo), que supo rehacerse hasta ponerse 3-4. No se gana a Djokovic por casualidad. Pero cuando se advertía la película tantas veces vista, en la que Federer abre la puerta a su rival para acabar perdiendo los nervios, el ganador de 16 títulos de Grand Slams tiró de experiencia, soportó la presión y cerró el partido sumando tres juegos de forma consecutiva. Murray, que salvó la primera bola de partido del helvético, sigue sin ser Nadal.