Tras tomarse un pequeño desquite sobre su enemigo íntimo, Rafa Nadal, en la madrugada del domingo, Roger Federer pasó a lidiar con otro rival bastante reciente: John Isner, el sacador-cañón, el último hombre en derrotarle, en Copa Davis, en Friburgo.
Y al fin de otro día inestable en Indian Wells, Federer domó el servicio de Isner, mareado en los peloteos en pista abierta y batido incluso con su arma definitiva, el servicio: Federer sumó siete aces. Isner, cuatro. El mismo Isner que liquidó a Djokovic en la semifinal del sábado con 20 aces.
Pero el combate con el serbio dejó al gigante de Norh Carolina con piernas de corcho. Y cuando Federer remató la primera manga, en muerte súbita y al cuarto set point, el abismo se abrió bajo los pies de siete leguas de Isner.
Federer cerró la final en 81 minutos (7-6, 6-3). Inmóvil, John Isner careció de resto: Federer ganó el 94% de puntos con primeros servicios: 33/35. Al fin, Roger repasó el capítulo de récords. Y halló que ya supera con cuatro la plusmarca de títulos en Indian Wells de Connors y Chang y que empata con Nadal en el liderato de títulos Masters: 19. Federer, ese hombre.
