El capitán del equipo de Austria de Copa Davis, Clemens Trimmel, asumió resignado el oscuro futuro de su cuarteto en el duelo contra España, después del 2-0 de la primera jornada, aunque aseguró que afrontarán el resto del enfrentamiento "profesionalmente". "Vamos a prepararnos para el partido de dobles, que intentaremos ganar para mantenernos en el enfrentamiento. Lo haremos profesionalmente. Con motivación y garra para afrontar la serie. Pretendemos hacer un papel digno en lo que queda", destacó tras el partido Trimmel.

El capitán de Austria se mostró contrariado. No entraba en sus expectativas acabar la primera jornada con una desventaja de 2-0. "Evidentemente, la situación no es nada favorable. Contábamos con terminar con empate a uno. No ha sido el caso. Y si España era favorita antes, ahora lo es más todavía", concluyó.

Por su parte, el austríaco Jurgen Melzer, derrotado por Nicolás Almagro (6-2, 6-2 y 6-4) en el primer partido de la eliminatoria de cuartos de final de la Copa Davis contra España, lamentó haber ofrecido tan poca resistencia y reconoció que para alcanzar las semifinales su equipo "necesita un milagro".

"Es verdad que nuestras opciones, ya escasas, pasaban por este partido. No ha podido ser. Realmente ahora es mucho más difícil. Teníamos puestas nuestras esperanzas en este primer punto. Y ahora, después de perder, lo que necesitamos es un milagro", dijo Melzer. El jugador de Viena reconoció que frente Almagro no estuvo al nivel esperado. "Me hubiera gustado ofrecer más resistencia", indicó el número uno del conjunto austríaco, que reconoció el buen nivel de juego ofrecido por el español. "Almagro ha metido mucha presión. No me he metido nunca en el partido y no he tenido la confianza suficiente para afrontar el partido", concluyó Melzer.